Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron este sábado el diagnóstico la víspera de 3.506 nuevos contagios de COVID-19 y la muerte de otras tres personas por complicaciones derivadas de la enfermedad, que sigue al alza en la isla como consecuencia de la propagación de la variante Ómicron y la apertura plena de las fronteras.
En su más reciente parte informativo, el Ministerio de Salud Pública (Minsap), cuyas cifras han sido puestas en entredicho por cubanos dentro y fuera de la isla en reiteradas ocasiones, detalló que 31.842 personas permanecen ingresadas en el país por diferentes aspectos relacionados con la COVID-19.
De ellas, 16.355 son sospechosas de un eventual contagio y 15.261 son casos confirmados y activos, 1.224 más que los reportados en la jornada anterior, luego de que el número de altas médicas en las últimas 24 horas (2.279) fuese inferior al de los nuevos positivos.
Con los nuevos incrementos, el acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba ascendió a 995.631. De estos, 8.335 han muerto y 971.976 se han recuperado, según las estadísticas del Minsap.
Los fallecidos fueron tres hombres de las provincias de Artemisa y Ciego de Ávila, y del municipio especial Isla de la Juventud. Dos de ellos tenían edades entre los 80 y los 89 años, y el otro entre 50 y 59.
Como comorbilidades que complican la evolución clínica ante el contagio padecían indistintamente de hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca y cardiopatía isquémica.
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Camagüey fue la provincia con peor situación epidemiológica al registrar en la jornada de viernes 440 nuevos positivos. Le siguieron Pinar del Río y Holguín, con 290 y 289 casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresados 48 pacientes, de los cuales 17 están en estado crítico y 31 son reportados como graves.
Hasta el 12 de enero, el 86,1 por ciento de la población cubana, cerca de 9,75 millones de personas, había completado el esquema de vacunación con alguno de los tres inmunógenos de producción nacional aprobados por la autoridad reguladora para su uso de emergencia, ninguno de los cuales ha sido certificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En algunos municipios se aplicó la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm en su esquema de dos dosis, seguida de una tercera dosis de Soberana Plus, del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba.
El aumento de los casos de coronavirus en Cuba, luego de meses de una disminución sostenida que siguió en el tiempo al peor rebrote de la enfermedad en la isla, es asociado a la llegada de la variante Ómicron y el arribo de turistas y viajeros internacionales.
Para intentar frenar la nueva alza epidémica, el régimen dispuso nuevas medidas sanitarias que entraron en vigor el 5 de enero y restablecen la obligatoriedad para los viajeros de presentar un PCR negativo al arribar a la isla.