El dramaturgo y activista Yunior García Aguilera, promotor de una Marcha Cívica por el Cambio, reafirmó este jueves que saldrá a las calles a manifestarse el próximo 15 de noviembre, a pesar de la negativa del régimen cubano a reconocer ese derecho.
“Ojalá que oficiales y soldados comprendan que no hay honor alguno en obedecer órdenes inmorales”, dijo el artista en sus redes sociales, previendo que el gobierno mande a reprimir las manifestaciones convocadas en varias ciudades del país, como sucedió durante el estallido social del 11 y 12 de julio pasado.
García Aguilera, uno de los coordinadores del grupo Archipiélago que impulsa la marcha por los derechos humanos, contra la violencia del Estado y a favor de la liberación de presos políticos, añadió en una publicación de Facebook que el 15N saldrá “sin odio” porque “estamos conquistando un derecho que jamás se nos ha respetado en 62 años de dictadura, pero vamos a conquistarlo con civismo”.
“Todo el mundo estará mirando hacia Cuba ese día”, dijo el dramaturgo. “Donde quiera que viva un cubano, sabemos que su corazón va a estar en Cuba”.
Advirtió que “el poder juega sucio”, “da órdenes de combate contra su propio pueblo” y sería “capaz de infiltrar a sus paramilitares en la marcha para generar violencia y echarnos la culpa”.
“Ojalá que los poderosos no insistan en comportarse de manera cobarde contra sus propios ciudadanos. No repitan el crimen del 11 de julio”, exigió el activista.
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García Aguilera rechazó las acusaciones del oficialismo de estar financiado por Estados Unidos. “Es obvio que nadie nos paga un centavo. Nadie sería tan idiota de enfrentarse a todo esto (y a la furia que vendrá) por dinero. Lo hacemos por convicciones, y eso tiene al poder desesperado. Tampoco nadie nos da órdenes desde ninguna parte”, afirmó.
También se pronunció a favor de que “ninguna potencia extranjera interfiera” en los acontecimientos. El artista confía en que “el 15 de noviembre puede y debe ser un día hermoso. Donde quiera que viva un cubano, sabemos que su corazón va a estar en Cuba”.
Entre sus motivaciones para oponerse al régimen, dijo querer una “nación a la que todos puedan regresar cuando quieran, piensen como piensen, y de la que nadie más quiera marcharse”.
Según Yunior García, “la Revolución prometió derechos, justicia, libertad y elecciones libres, pero en su lugar nos convertimos en un apéndice soviético. Prometió ser verde como las palmas, pero se envolvió en un manto rojo con una hoz y un martillo custodiando la estrella solitaria. El pensamiento único, la censura y la persecución política han sido el pan de cada día para cualquier cubano que no se someta al control de los mayorales”.
Además, denunció “una campaña cobarde de mentiras contra mí y contra los organizadores de la marcha” y el corte de los servicios de internet ejecutado por el monopolio estatal Etecsa, “para que ni siquiera podamos defendernos desde nuestras redes”.
Archipiélago decidió adelantar para el 15 de noviembre la manifestación pacífica planificada inicialmente para el 20 de noviembre, a raíz de la decisión del régimen de nombrar el 20 de noviembre como “Día de la Defensa Nacional” y movilizar tropas militares y paramilitares desde el 18.