Los opositores cubanos Laudel Camacho Ricardo y Jorge Luis Gamboa Román se declaran en “ayuno por tiempo indefinido” en la cárcel provincial de Las Tunas, conocida como El Típico, para manifestarse contra la represión y las malas condiciones de la población penal.
Ambos prisioneros integran el Movimiento de Presos Anticomunistas y Democráticos Cubanos, fundado a finales de abril en ese centro, que contaría con una docena de integrantes, según comunicó Jorge Luis Gamboa –vía telefónica– al activista de Camagüey José Luis Acosta.
ADN Cuba tuvo acceso a las grabaciones de dos llamadas realizadas desde la cárcel. En una de ellas Laudel Camacho explicó a Acosta que “desde el día 12 de octubre del 2020 fui sancionado a 6 años de prisión por el supuesto y manipulado delito de peligrosidad social, por el solo hecho de ejercer mi derecho a la libertad de expresión, de manifestación y de pensamiento de manera pacífica, y manifestarme en la calle con carteles contra del régimen”.
Además, refiere que desde el 11 de mayo “por orden de la Seguridad del Estado” está incomunicado con su esposa, quien vive en el municipio tunero de Manatí. Camacho explica, entre sus razones para la protesta pacífica, “la creciente persecución y amenaza por parte de la Seguridad del Estado contra los fundadores en esta prisión del Movimiento de Presos Anticomunistas y Democráticos”.
Juan Carlos Hernández Saldívar, Yosvany Sánchez y otros prisioneros opositores integran la organización.
Por su parte, Jorge Luis Gamboa Román dijo estar en ayuno desde el 15 de mayo, contra el encarcelamiento de cubanos por motivos políticos. Además, “denuncio las crueles torturas físicas y psicológicas a las que he sido sometido por el régimen carcelario cubano durante más de 25 años de excesivo encierro, donde se me niega hasta la atención medica como enfermo crónico”.
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Gamboa y Camacho refieren que el gesto de protesta que decidieron llevar adelante, busca visibilizar “el abuso, el atropello, la violación sistemática de derechos humanos, y las condiciones infrahumanas a la que está sometida la población penal en esta prisión” de Las Tunas. Incumplimiento de protocolos para prevenir la COVID-19, insalubridad y plagas de “chinches” en los colchones son algunas de las precarias condiciones en que viven.
Camacho, sobre quien sus compañeros no han tenido noticias desde que hiciera la llamada en la mañana de este martes, temía represalias luego de declarar lo informado en esta nota: “quiero denunciar y alertar a la opinión publica nacional e internacional, por la posible desaparición de todos nosotros, los miembros de dicho movimiento que fundamos, enviándonos a lugares de confinamiento solitario –que tienen preparados– en cualquier momento donde nos pueden maltratar y torturar física y psicológicamente”.
“Hago este ayuno por la persecución en los últimos tiempos de todo aquel que se manifieste en las calles de manera pacífica en contra del régimen y contra la dictadura comunista que oprime a nuestro país desde hace más de seis décadas y por las recientes amenazas del régimen en sus medios oficiales contra la oposición”, añadió.
Horas después de lo dicho por Laudel Camacho –quien estuvo vinculado al Movimiento Cristiano Liberación, de Oswaldo Payá–, Jorge Luis Gamboa Román aseguró que ya lo habían recluido en otro lugar de la prisión, y sospechaba que él también sería “desaparecido”.