El régimen de Cuba dispuso que quienes lleguen al país se internen en cuarentena, con el objetivo de evitar la importación de casos de coronavirus.
El 30 de enero se decidió volver a la práctica de aislar durante días a todos los viajeros que arriben al país desde el exterior, medida que se hizo efectiva a partir del 6 de febrero. Para confinar a los cubanos no residentes y extranjeros que viajan al país, se alistaron varias instalaciones hoteleras.
Un reporte de Telemundo 51 informa que hay dos opciones: una libre de costo para los cubanos residentes en la isla que sería en instalaciones estatales del régimen. La otra opción es pagada y corre por cuenta de los viajeros residentes en el exterior.
Los cubanos residentes son recluidos hasta que se descarte su positividad o no a la enfermedad pandémica, mientras que los no residentes, los turistas y aquellos que regresen de viajes por motivos oficiales o profesionales son aislados en hoteles o sometidos a los protocolos aprobados por las carteras de Turismo, Comercio Exterior y Relaciones Exteriores, según corresponda por el motivo del viaje.
Según la periodista Maylin Legañoa, es “una brecha que encontró el régimen para obtener dólares y tratar de compensar la ausencia de turismo en Cuba debido a la pandemia de la COVID-19”.
Oscar Millián, director del Hotel Comodoro en La Habana, afirma que tienen “clientes de la mayoría de los continentes y de la región”.
En realidad, son clientes por decantación que han tenido que optar obligatoriamente por paquetes turísticos para aislamientos, asumiendo por cuenta propia los elevados precios.
Los pagos oscilan entre unos 300 y hasta más de 800 dólares para hospedarse durante 5 noches y seis días, en alguno de los hoteles elegidos por el régimen, en al menos 7 provincias del país, incluyendo la capital.
El anuncio no ha sido bien recibido por quienes desde Miami viajan a la isla para visitar a sus familias y proveerles ayudas económicas, reportó Telemundo 51.
“No me parece nada bien porque cómo tú vas a ir a ver a tu familia y te van a meter en un hotel y tienes que pagar ochocientos y pico de pesos”, dijo al medio citado Marlene Suárez, quien recientemente regresó de Cuba.
La gran tercera ola del coronavirus en Cuba
El último informe del Minsap, este 15 de febrero, reportó 715 nuevos casos de coronavirus en la isla, lo que aumenta la cifra total a 39 004.
La Habana (345 diagnósticos) y Santiago de Cuba, con 100, son las provincias más afectadas. Se atienden en las terapias intensivas 70 pacientes confirmados, de ellos 34 críticos y 36 graves. Este lunes se reportó que fallecieron tres personas, dos de ellas de la tercera edad, para un total de 269 muertes.
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El tercer rebrote de COVID-19 en Cuba obligó a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios, entre ellas la capital. El régimen responsabilizó a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior del rebrote que padece el país desde mediados de noviembre, cuando decidió reabrir sus aeropuertos.
Si bien no ha emprendido un nuevo cierre de fronteras, decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenaza a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.