Unas 9 800 personas de otras provincias cubanas están varadas en La Habana desde que el régimen impusiese fuertes medidas restrictivas a inicios de septiembre, como consecuencia del rebrote de coronavirus en Cuba, sobre todo en la capital.
Si bien este miércoles autoridades de la isla anunciaron el fin de muchas de esas medidas, como el toque de queda y la prohibición de circulación a vehículos privados, permanece la suspensión del transporte interprovincial en el país, desde y hacia La Habana, aunque se alertó que el caso de los varados sería contemplado para facilitar soluciones.
En tal sentido, José Conesa González, coordinador de programas de Industria y Transporte en La Habana, explicó que se hizo un estudio de las necesidades de transportación para resolver la situación de esas cerca de 10 000 personas varadas en la capital.
En programación especial de la Revista televisiva Hola Habana, que también trasmitió este jueves la radio local y publicó el órgano oficial provincial del único partido permitido en Cuba, Conesa aseveró que se ofrecerán soluciones a todos.
Si queda algún caso pendiente debe acercarse a las oficinas de Atención a la Población de los Consejos de Defensa Municipales, ya que luego serán localizados los afectados para informarles cuándo deben hacerse el PCR y en qué momento será la salida, precisó.
Citado por Tribuna de La Habana, el funcionario refirió que quienes disponen de los medios para su traslado deben realizar la solicitud de transportación excepcional ante la unidad de trámite de la Dirección General de Transporte.
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Respecto al restablecimiento del transporte público intermunicipal el sábado 3 de octubre, Conesa comentó que lo hará al 80 por ciento de sus capacidades porque “es importante garantizar la movilidad de trabajadores y el pueblo al reanimarse la prestación de servicios y labores productivas”.
Según detalló, se reacomodaron el servicio público y complementario, de manera tal que brindarán servicio las 109 rutas alimentadoras y las 17 principales que tiene la capital, al tiempo que volverán también a las calles los ciclo bus, taxis ruteros y vehículos de Transmetro.
El transporte público de La Habana sólo llega al 60 por ciento de las necesidades reales de la población, una insuficiencia que se podría percibir más aún ante la lógica limitación del número de pasajeros que puede transportar cada vehículo para evitar eventuales contagios de COVID-19.