El gobierno cubano continúa reprimiendo y castigando la disidencia y las críticas públicas. El productor y activista Michel Matos fue liberado este sábado luego de encontrarse desaparecido desde la tarde del viernes, según denunció en Facebook el escritor Luis Dener Hernández.
Matos fue detenido alrededor de las cinco de la tarde cerca del Vedado. “Me cogieron cuando fui a comprar pan cerca de mi casa, me llevaron a una estación y de ahí me trasladaron a otra en Zanja” relató Michel Matos a ADN Cuba.
Esta semana se ha recrudecido la represión por parte del régimen cubano contra artistas independientes, activistas, periodistas, debido a una manifestación que la red privada SNET intentaba realizar este sábado.
Adonis Milán, director de Perséfone Teatro, denunció esta semana haber sido víctima de tortura psicológica durante un interrogatorio de más de 6 horas por parte de agentes de la Seguridad del Estado en Cuba.
La protesta pacífica fue neutralizada por la Seguridad del Estado, que impidió que las personas llegaran al parque frente al Ministerio de Comunicación. También impidieron la cobertura de prensa, evitando que los periodistas llegaran al lugar.
"Me detuvieron por la marcha de SNet y por qué dicen que estoy muy agresivo en la red”, agregó Matos quien se encontraba desaparecido desde la tarde de ayer.
El fotógrafo y escritor Ariel Maceo Téllez, colaborador de ADN CUBA, fue detenido esta mañana por una patrulla policial mientras intentaba llegar al parque frente al Ministerio de Comunicaciones en La Habana donde se intentó realizar la protesta.
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De acuerdo con Hernández, el Movimiento San Isidro, que surgió para oponerse en principio al decreto 349, se encuentra 'sitiado' y también el grupo de poesía Demóngeles.
"Jorge Olivera y su esposa tienen un operativo policial en su barrio para evitar que salgan a la calle. Lo mismo sucede con Luis Manuel Alcántara y Claudia, tienen una patrulla de policía frente a la puerta de la casa. A ambos les han bloqueado los datos móviles y no tienen acceso a Internet. Se encuentran solos, asediados y prácticamente incomunicados. Todo por miedo a que formen parte de la protesta de SNET", agregó.
Periodistas como Luz Escobar, Yoani Sánchez, Abraham Jiménez y José Jasán Nieves también se encuentran vigilados sin poder salir de sus domicilios.
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El régimen cubano sigue utilizando tácticas represivas, intimidación, desapariciones forzosas, vergüenza pública, restricciones de viaje y despidos para silenciar las críticas en su contra.
Matos contó a ADN Cuba que durante su detención de casi 24 horas no consumió ningún tipo de alimentos y las condiciones del lugar eran deplorables.
“Me pusieron en un lugar sin litera, sin cama ni nada y con ratas que salían del hueco de lo que debería ser baño”, contó Michel a ADN Cuba al salir de la estación policial.
Según datos de la organización Prisoners Defenders, Cuba es el país con la mayor población de reclusos del mundo, con cifras de más de 100,000 presos, es decir, alrededor del 1% de la población total.
Exactamente existen más de 950 prisioneros por cada 100 mil habitantes, distribuidos en cientos de prisiones e instituciones de reclusión en toda la isla, según datos de la organización.
La Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas entiende por desaparición forzada “el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.”
Matos fue mantenido sin comunicación durante su arresto, y no recibió ningún reporte del mismo. La desaparición forzosa la cometen generalmente agentes del Estado o personas que actúan en su nombre y se niegan a reconocerlo. Ocultan la suerte y el paradero de la víctima, dejándola fuera del alcance de la protección de la ley.
Es una práctica común del régimen cubano para intimidar a la sociedad civil y, en determinadas circunstancias definidas por el derecho internacional, constituye un crimen de lesa humanidad.
