Unos 12 cubanos, de un total de 48 000 que recibieron la vacuna Abdala en su fase de pruebas, se infectaron de coronavirus, aseguraron especialistas de la isla a medios oficiales.
La gerente de vacunas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), Miladys Limonta, aseguró a Prensa Latina que esas personas pertenecen a Santiago de Cuba, Bayamo y Guantánamo.
Por esta razón, las autoridades piden mantener cuidados higiénicos-sanitarios para lograr resultados favorables durante los ensayos clínicos.
“Hasta el momento no se reportan efectos adversos graves asociados a Abdala, pero los que entraron en el estudio de manera voluntaria deben cuidarse del virus SARS-CoV-2 manteniendo el distanciamiento físico, el lavado frecuente de las manos y el uso de la mascarilla”, declaró Limonta.
Limonta puntualizó que Abdala —que tiene un carácter neutralizador y no permite llegar a la gravedad por Coviv-19— puede ser reactivada, al igual que la vacuna de la hepatitis B.
La experta señaló que se utiliza el timerosal en Abdala, pero teniendo en cuenta que existe un segmento de personas alérgicas serán elaboradas monodosis sin la presencia de ese aditivo.
Actualmente estamos trabajando para presentar ante las autoridades reguladoras los protocolos para utilizar Abdala en menores de 19 y cinco años de edad, adelantó la experta del CIGB.
Limonta precisó que una vez culminada la fase III del ensayo clínico de Abdala se realizará un análisis de la eficacia del candidato vacunal, del cual existe una satisfacción con creces en el CIGB.
Soberana 02 y Abdala son los fármacos más prometedores de los cinco candidatos cubanos. Actualmente, se evalúan en pruebas en humanos, el último paso antes de comenzar la producción a gran escala y pasar a la inoculación masiva.
Ambos candidatos vacunales inducen una elevada respuesta inmunológica, generando anticuerpos que neutralizan la entrada del virus a las células, y solo han sido reportados eventos adversos leves, por lo cual son muy seguros, indicó el especialista.
A finales de enero, el director del Instituto Finlay de La Habana, Vicente Vérez, señaló en conferencia de prensa: "tenemos la capacidad para fabricar 100 millones de dosis" de Soberana 02, una afirmación dudosa, debido al deterioro de la economía cubana.
Por otra parte, la industria farmacéutica cubana seguirá produciendo dosis con el fin de venderlas a países “amigos” cuando cumpla con la cantidad necesaria para la población local. Varios contratos están siendo estudiados con países como Surinam y México.
