Ojalá pase, la última canción del grupo Orishas con la cantautora española Beatriz Luengo, sigue generando opiniones y reacciones. Para muchos marca un antes y un después en la postura de la exitosa agrupación respecto a la realidad cubana, mientras que para otros se trata de un intento de ganarse a sectores alejados del oficialismo y sus limitados canales de difusión.
El tema, claro y punzante, tiene un fragmento bastante extenso de una de las canciones más icónicas de Silvio Rodríguez: Ojalá. En dos ocasiones, en voz de Luengo, se reproduce textualmente el estribillo de la pieza del autor de innumerables canciones empleadas por el régimen para sus actos y congregaciones “patrióticas” y “revolucionarias”.
Uno pensaría que tal acción contó con la aprobación y simpatía de Silvio Rodríguez, pero, a juzgar por lo dicho por éste en la noche de este sábado, nada más alejado de la realidad.
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En un comentario en un post de su blog Segunda cita, el renombrado trovador dejó en claro que Orishas no le pidió permiso para reproducir el fragmento de Ojalá en su crítica canción, lo cual constituye una violación de los derechos de autor y, para Silvio, un acto parasitario.
“Desde hace algunos días varios amigos me preguntan sobre un tema del grupo Orishas que usa un fragmento bastante extenso de mi canción Ojalá. Todos quieren saber lo mismo: si autoricé a que se usara mi canción dentro de otra canción”, expuso Rodríguez en su comentario.
“No lo autoricé. No pidieron autorización”, agregó, para luego afirmar que “esta vulneración flagrante” de sus derechos como autor de Ojalá, “cosa notoria desde hace 50 años”, le parece “un lamentable acto de parasitismo”.
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El comentario del autor de Unicornio, Óleo de una mujer con sombrero, Quién fuera, El necio y muchos otros grandes éxitos de la trova cubana, generó muchas respuestas de consenso en torno a que fueron violados sus derechos de autor, así como de crítica a la acción de Orishas, cuya respuesta seguramente no se hará esperar.