Los servicios públicos gratuitos en Cuba como la educación, uno de los puntales tradicionales del régimen a la hora de cantar el éxito de la revolución, se encuentra entre los que más se han deteriorado en los últimos años. A partir de la crisis económica conocida como Periodo Especial, los cubanos comenzaron a notar una deformación sostenida que, hasta la fecha, el gobierno no ha sido capaz de contener.
La emigración, los bajos salarios en el sector, y las políticas torpes han hecho que la población desconfié cada vez más del sistema educacional cubano.
Buscando criterios al respecto, ADN Cuba salió recientemente a preguntar en calles y escuelas de la ciudad de Camagüey.
“La educación ha perdido mucha calidad en estos últimos años; ya las escuelas no tienen los medios para que los estudiantes estudien, por ejemplo las sillas, las mesas, las aulas, los baños… ha decaído bastante”, comentó Dixán Gaínza, uno de los entrevistados, que habló de la merienda escolar como otro reto de los padres cubanos.
“Los padres pasan mucho trabajo para conseguirle a los niños algún tipo de merienda, o darles 5 pesos para que puedan comer, y están en las escuelas sentados con hambre, tienen bastantes necesidades”, dijo , y se refirió también otra de las quejas habituales sobre el sistema educacional de la Isla: la calificación de los maestros.
“Los maestros que están dando clases son en su mayoría muchachos jovencitos que no han terminado ni siquiera la carrera pedagógica: son niños enseñando a otros niños”, señaló Gaínza, y relató una anécdota en que los maestros pidieron a los padres 5 dólares para reparar y pintar el aula, algo que no se corresponde con el supuesto carácter gratuito de los servicios educativos en el país.
Lea también
Por otra parte, una residente de la ciudad que se identificó como Cristina Isis Alfonso, comentó que “(…) las planificaciones se dificultan en el sentido de que no contamos con los utensilios como es la base material de estudio”. Según la mujer, el “ambiente” de las escuelas y “el aseo” también estarían entre las principales dificultades.
“La pobreza que hay en la escuela, las ventanas caídas, las puertas desbaratadas la suciedad, la mala higiene, los baños aquellos que apestan…, los niños están viviendo en esas condiciones críticas, y entran desde las 7 de la mañana hasta las 4 y 20 de la tarde”, agregó Alfonso.
“El niño cubano vive con falta de miles de recursos, necesidades económicas, viven con falta de derechos, con límites, y sobre todo el adoctrinamiento. Al niño, desde que nace, se le está adoctrinando hasta que se gradúa”, dijo la joven, y pidió unidad a los padres y madres de Cuba “para que todos nuestros niños crezcan con libertad de expresión, y con aquel pensar de una Cuba diferente y de un cambio”.
“Es problema de la economía, porque estamos careciendo, pero no es por principios ni nada. Todo se va a solucionar”, consideró Julio Suárez.
El régimen cubano castiga a quienes defienden su derecho a la libre educación de sus hijos. En Guantánamo, una pareja de pastores cristianos cumple prisión por intentar educar a sus hijos en casa, luego de episodios de bullying sufrido por la niña como consecuencia de su fe religiosa.
En Nuevitas, Camagüey, Leosdán Martínez un estudiante judío de 12 años, ha sufrido ataques violentos por parte de otros estudiantes (hijos de miembros del gobierno, según las denuncias). Los padres del muchacho han dicho que esto se debe a la fe religiosa que profesa la familia, y que las autoridades del régimen los han amenazado con cárcel si continúan denunciando el acoso contra el menor.