“La academia es parte de la dictadura”: cubanos critican autorización de Biden a viajes “educativos”

El gobierno de los Estados Unidos eliminará los límites a las remesas a Cuba, la prohibición de viajes grupales, así como de la asistencia a conferencias y otros eventos.
Adoctrinamiento comunista en escuelas de Cuba. Fotomontaje: ADN Cuba
 

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Académicos y activistas cubanos criticaron este miércoles la entrada en vigor el jueves 9 de junio de la autorización de la Administración Biden a viajes “educativos” grupales a instituciones estatales de la isla, entre otras medidas.

El gobierno de los Estados Unidos eliminará los límites a las remesas a Cuba, la prohibición de viajes grupales, así como de la asistencia a conferencias y otros eventos, informó el Departamento del Tesoro. Según la Oficina de Activos Extranjeros de la entidad federal (OFAC, por sus siglas en inglés), esta medida pone en vigor el anuncio del presidente Joe Biden del 16 de mayo de 2022 sobre flexibilizar la política de sanciones “para aumentar el apoyo al pueblo cubano”.

“Esta regla autoriza viajes educativos grupales de persona a persona (people to people) a Cuba y elimina ciertas restricciones en actividades educativas y académicas y autoriza viajes para asistir u organizar reuniones o conferencias en Cuba”, precisa el documento oficial. La OFAC aclaró que la nueva enmienda “no autoriza los viajes individuales de persona a persona. No se permiten viajes para actividades turísticas”.

El historiador cubano Oscar Grandío Moráguez afirma que los “intercambios académicos con Cuba como se presentan por la Administración Biden, a realizarse con instituciones oficiales, no ayudarán a [la] sociedad civil en la isla. Todo lo contrario”.

Grandío, Doctor en Historia por la York University, agregó en su declaración vía Twitter que la “Academia totalitaria no es sociedad civil, es parte de [la] dictadura”.

El gobierno estadounidense autorizó a viajar para participar en programas educativos estructurados en Cuba; realizar investigaciones académicas “no comerciales” en la isla con “el propósito de obtener un título universitario o de posgrado”; e incluso participar “en un curso formal de estudio” o ejercer la docencia “en una institución académica cubana”. Además, se habilitan los “intercambios educativos patrocinados por cubanos o estadounidenses” que involucran “la participación de los estudiantes de secundaria” que viajarían a Cuba con “un número razonable de adultos acompañantes”.

La activista Anamely Ramos, exprofesora de la Universidad de las Artes (ISA, La Habana) cuestionó las medidas: “¿A qué van a llevar a estudiantes de secundaria americanos a Cuba? ¿A visitar a los más de 2000 niños que están custodiados por el Minint [Ministerio del Interior] en 'escuelas de reeducación' que son Prisiones infantiles?”.

Ramos, curadora e historiadora del arte, recordó que “hay al menos 5 niños entre 12 y 15 [años]” que participaron en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, recluidos en esos centros.

La Administración Biden también autorizó el “establecimiento de intercambios académicos y proyectos de investigación académica conjunta no comercial con universidades o instituciones” en Cuba, donde no se permiten centros de enseñanza alternativos a los controlados por el gobierno, un régimen denunciado por organizaciones internacionales por discriminación política contra estudiantes y profesores.

“Cada caso documentado por el Observatorio de Libertad Académica demuestra que las instituciones educativas cubanas están al servicio del Partido Comunista y del Minint. Sin embargo, hoy la administración de Biden anuncia entre las medidas que entran en vigor la reanudación de programas de intercambio”, afirmó la artista y editora Salomé García Bacallao.

Criticó que las autoridades norteamericanas “llegan al extremo de incluir instituciones de enseñanza secundaria, donde el adoctrinamiento es aún más férreo. Me gustaría saber qué piensa la comunidad de exiliados cubanos sobre esta autorización. Los estudiantes de primaria y secundaria son utilizados por el régimen para hacer bullying y actos de repudio a disidentes y sus hijos”.

García Bacallao calificó de “burla a la sociedad civil cubana que dicen apoyar”, el hecho de que “este anuncio coincida con la Cumbre de las Américas dónde la administración (secretario de Estado Antony Blinken y subsecretaria Emily Mendrala) se ha reunido con personas como Anamely Ramos González, expulsada de la Universidad de las Artes por su apoyo a Luis Manuel Otero Alcántara, hoy preso político del régimen”.

Según la activista exiliada, “estas medidas solo benefician a compañías norteamericanas que tienen vínculos cercanos con el régimen cubano y con oficiales de la administración de Biden”.

La nueva normativa también “elimina el límite de 1000 dólares trimestrales a las remesas familiares, y autoriza remesas de donativos a Cuba”, restricciones que habían sido decretadas bajo el gobierno de Donald Trump.

A mediados de mayo, el senador demócrata Bob Menéndez rechazó la decisión de restablecer algunos tipos de viaje que el expresidente Trump había restringido, como aquellos con supuestos fines educativos o profesionales, así como los de grupos de estadounidenses que harían contactos con el pueblo cubano.

De acuerdo con Menéndez, presidente del comité de Exteriores del Senado, esos viajes equivalen a turismo regular, oficialmente prohibido para los ciudadanos estadounidenses por el embargo económico al régimen comunista. “Seamos claros, aquellos que aún piensan que incrementar los viajes servirá para fomentar la democracia en Cuba están simplemente negándose a reconocer la realidad”, afirmó en un comunicado.

Menéndez agregó que “durante años, Estados Unidos alivió de manera estúpida las restricciones de viaje con el argumento de que millones de dólares estadounidenses traerían la libertad y nada cambió. Y como advertí entonces, el régimen se rió de cualquier promesa de aflojar su férreo control sobre el pueblo cubano y terminamos ayudando a financiar la maquinaria detrás de su continua opresión”.

 

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