Las autoridades sanitarias de Cuba informaron este domingo del diagnóstico la víspera de 6 279 nuevos casos de COVID-19 y el registro de otras 62 muertes como consecuencia de la enfermedad, que no cede en la isla pese a las medidas restrictivas y la intervención sanitaria en poblaciones y territorios de riesgo con dos candidatos vacunales de factura nacional.
Las cifras confirman el peor rebrote del SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia en el país caribeño, en marzo de 2020. Con ellas, los casos acumulados ascienden a 281 887, mientras que los fallecidos suman 1 905.
En su habitual conferencia matutina, el director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán, informó que la mayoría de los fallecidos fueron contactos de casos confirmados con anterioridad y que muchos decesos estuvieron asociados a comorbilidades que complican la evolución clínica ante el contagio de la enfermedad viral, aunque éstas no son indispensables para desarrollar cuadros de gravedad.
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud Pública (Minsap), 63 200 personas permanecen ingresadas en Cuba con motivo de la COVID-19. De ellas, 38 612 son casos confirmados y activos, mientras que 18 696 son sospechosas de un eventual contagio.
Por primera vez en trece días la isla logró reducir su número de casos activos, indicador en el que venía reportando, jornada tras jornada, cifras máximas desde marzo de 2020.
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Durán precisó en la conferencia que 89 de los nuevos casos fueron importados, es decir, tuvieron su fuente de infección en el extranjero, mientras que el resto fueron contagios derivados de eventos de transmisión autóctona, que suman 269 en la isla.
De los casos autóctonos, 6 155 fueron contactos de casos confirmados con anterioridad y en 35 no se había podido establecer la fuente de infección al cierre de la información oficial.
Matanzas, con 1 669 nuevos positivos, se mantiene como el territorio de peor situación epidemiológica. En la jornada de viernes le siguieron La Habana, Santiago de Cuba y Guantánamo, con 875, 508 y 446 casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresadas 338 personas, de las cuales 145 son reportadas en estado crítico y 193 como graves.
Durán enfatizó en la conferencia en la importancia de cuidar a los menores de 20 años, grupo etario en el que se sigue incrementando el número de casos de COVID como parte del actual rebrote.
Este sábado fueron diagnosticados 1 060 pacientes en edades pediátricas (menos de 18 años), entre ellos 55 lactantes y 31 pacientes con menos de seis meses de vida.