Ocho cubanos fueron detenidos en los cayos de la Florida este lunes 21 de junio, tras arribar en una embarcación pesquera.
En la operación participaron agentes de la Patrulla Fronteriza junto con el Sheriff del Condado de Monroe y la división de operaciones marinas y aéreas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.
Según una publicación en Twitter de la patrulla fronteriza, la intervención de las instituciones “respondió a un evento de contrabando marítimo en los Cayos de Florida”.
“Los 8 migrantes cubanos fueron puestos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza después de que tocaron tierra en un barco pesquero cubano”, añadieron.
El domingo 13 de junio, otros cuatro balseros cubanos, tres hombres y una mujer, fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza tras tocar tierra. Desembarcaron por Sombrero Beach y la detención tuvo lugar en Cayo Marathon, informó Thomas G. Martin, agente de la Patrulla Fronteriza.
Martin publicó el suceso en su cuenta oficial de Twitter, donde aclaró que los migrantes intentaban ingresar ilegalmente a Estados Unidos, pero fueron arrestados en la mañana del 13 de junio.
La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés) deportó a 82 balseros que fueron interceptados en distintas operaciones al sur de los Cayos de Florida entre el 30 de mayo y el 4 de junio.
Los migrantes ilegales partieron desde lugares en la isla como La Habana, Villa Clara, Artemisa y Matanzas, en busca de mejores oportunidades de vida. Esta deportación se volvió la más grande del mes, tras la anterior del 1 de junio, donde fueron devueltos 46 balseros.
Los cubanos siguen intentando ingresar a Estados Unidos por todas las vías posibles, huyendo de las precarias condiciones de vida y la represión a la que los somete el castrismo.
Como consecuencia de la pandemia de coronavirus y la pérdida de los ingresos derivados del turismo, Cuba adolece de una escasez de alimentos y productos de primera necesidad más severa de lo habitual.
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Tras la eliminación de la política de “pies secos, pies mojados”, los balseros cubanos no podrán legalizar su estatus migratorio fácilmente y tendrán que pasar por el proceso de cualquier migrante ilegal que llega a Estados Unidos.
No obstante, recientemente la Guardia Costera señaló que los balseros con temor a sufrir represión en Cuba pueden optar por asilarse políticamente en Estados Unidos y no ser deportados.