Uno de los participantes en la manifestación de Obispo, a finales de abril de este año, se encuentra con problemas de salud en la cárcel, según reporta Diario de Cuba.
Yuisan Cancio Vera, encerrado en la prisión de Pinar del Río, “está con 40 de fiebre y le hicieron placa y le encontraron una pequeña lesión en el pulmón”, comentó una fuente al medio independiente, que prefirió el anonimato.
Cancio, residente en el municipio Habana del Este, fue trasladado el sábado a la provincia pinareña después de más de 20 días en un calabozo de la estación policial de Arroyo Naranjo.
“Le están dando antibióticos, pero me dijo que él no come nada, que la comida está fatal”, agregó la fuente.
El 21 de mayo pastores cubanos se pronuncian a favor de la libertad de los jóvenes que continúan detenidos desde el 30 de abril.
Mediante una carta abierta, dirigida al régimen castrista, defienden los derechos de los arrestados, entre los que hay dos cristianos, y denuncian la situación de todos los presos políticos, unos 145 según el listado de abril de la organización Prisioners Defenders.
Los pastores manifestaron que “la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra la libertad de expresión y manifestación de la que se privó al grupo de convocados en Obispo”, y señalaron que a casi tres semanas de los sucesos “se continúa privando de la libertad” a Esteban Rodríguez, Tahis Mailén Franco, Luis Ángel Cuba Alfonso, Mary Karla Ares, y Yuisán Cancio Vera e Inti Soto Romero.
“Estos dos últimos, detenidos en las estaciones policiales habaneras de El Capri, municipio Arroyo Naranjo, y de Santiago de las Vegas, municipio Boyeros, son también nuestros hermanos en Cristo”, señalaron.
La manifestación del 30 de abril buscaba presionar al gobierno cubano para que cumpliera las demandas del artista Luis Manuel Otero Alcántara, en huelga de hambre y sed por el robo de sus obras de arte, la intromisión de fuerzas represivas en su hogar y el cerco policial alrededor de su casa.
A pesar de ser pacífica, fue desalojada por la fuerza. Pocos días después, el 2 de mayo, Otero también cayó en las manos de la Seguridad del Estado y, desde entonces, está internado contra su voluntad en el hospital Calixto García.
