El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció este martes la “tensa situación de las cárceles de la región de Camagüey” con la COVID-19, así como la nula transparencia del régimen con la gestión de la pandemia.
Según la organización no gubernamental, reportes desde Camagüey cifran en un centenar los prisioneros contagiados en la cárcel de Kilo 7. “La mayoría ha tenido que ser trasladada hacia el hospital Amalia Simoni. Similar situación se presenta en Kilo 8, con más de 106 internos positivos” a la COVID-19, refirieron las fuentes del OCDH.
La prensa controlada por el Partido Comunista, únicos permitidos en la isla, “no informan sobre la incidencia del coronavirus en las cárceles”, denunció la ONG en un comunicado al que tuvo acceso ADN Cuba.
El país, de poco más de 11 millones de habitantes, cuenta con una de las poblaciones penales más altas del mundo, con casi cien mil presos y unas 200 cárceles. El gobierno no ha permitido nunca la inspección internacional de dichas instalaciones.
Las prisiones cubanas carecen de las condiciones de salubridad necesarias. “El hacinamiento, la mala alimentación y la deficiente atención médica han sido causa de frecuentes brotes de tuberculosis, enfermedades diarreicas agudas y otras transmitidas por parásitos como la escabiosis” señaló la entidad de derechos humanos.
El mismo OCDH solicitó, al inicio de la llegada de la pandemia a la isla (marzo 2020), solicitó al gobierno de Cuba medidas urgentes para asegurar la salud, la seguridad y los derechos de los presos y evitar el colapso, por el nuevo coronavirus, de los centros de internamiento.
La ONG reconoce que su pedido fue atendido parcialmente, cuando se ordenó la excarcelación de unos seis mil presos comunes, según la prensa oficialista. Sin embargo, todavía hay más de 130 prisioneros políticos, varios en precario estado de salud, como Ernesto Borges.
Alejandro González Raga, director ejecutivo del Observatorio, afirmó: “dada la magnitud del problema carcelario cubano, consideramos claramente insuficiente la descongestión del sistema penal. Lo que ahora sucede en las cárceles de Camagüey es solo una pequeña muestra del caos instalado en todas las prisiones del país por la COVID-19 y por el deterioro acumulado”.
El OCDH también señaló que en general, Cuba vive un apagón informativo sobre las cifras reales de afectados y fallecidos por la pandemia. “Profesionales de la salud han denunciado a medios independientes la falsificación de certificados de defunción para encubrir la magnitud de la tragedia”.
“Existe ahora mismo un alto grado de indefensión en la ciudadanía cubana frente a las malas prácticas del gobierno, que van desde la manipulación de las cifras hasta una vacunación masiva encubierta con vacunas que aún no se han aprobado para su uso, más allá de los ensayos clínicos”, añadió González Raga.
Más de 1000 casos en toda Cuba
Este martes, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) reportó que el lunes 29 de marzo detectaron 1008 nuevos contagios, para un total de 74 mil 212 enfermos desde el inicio de la pandemia. Además, hay 3 mil 867 caso activos.
Se reportaron 4 muertes, para un acumulado oficial de 421 fallecidos desde marzo del 2020.
Según el Minsap, el 47,2% (476) de los 1008 casos positivos fueron asintomáticos, acumulándose 38 mil 746 que representa el 52,2% de los confirmados hasta la fecha.
“Se atienden en las terapias intensivas 72 pacientes confirmados, de ellos 31 críticos y 41 graves”, informaron.
