La plataforma de activismo feminista Yo sí te creo en Cuba, confirmó el asesinato de una madre cubana por razones de género, ocurrido este miércoles 13 de enero en la provincia de Holguín.
“Lamentamos el feminicidio, en la madrugada del 13 de enero, de Virgen Leyva Espinoza, en su hogar del reparto periurbano El Coco, en Holguín, por parte de su pareja”, publicaron en la página oficial del grupo contra la violencia de género.
“Llegue nuestro más sentido pésame a su hija, de dos años y que presenció los hechos, y demás familiares”, añadieron.
Yo sí te creo en Cuba explicó que “el supuesto agresor cumplía condena por el asesinato basado en género de una pareja anterior, lo que reitera la urgencia de hablar claramente, desde instituciones como la Federación de Mujeres Cubanas [FMC], de la violencia feminicida en Cuba para prevenirla”.
Sin embargo, la oficialista FMC y en general el castrismo, mientras no toman cartas en el asunto atacan a esta plataforma y cualquier activista independiente que denuncie la violencia machista. A contrapelo, gastan recursos en ejercer represión contra mujeres opositoras, líderes sociales y periodistas independientes.
Yo sí te creo en Cuba afirma que “verificó con fuentes comunitarias los sucesos narrados por medios independientes”.
Al menos 32 mujeres fueron víctimas de feminicidio en Cuba durante el año 2020, pero la prensa oficial sigue guardando silencio. La plataforma Yo sí te creo en Cuba publicó sus nombres para que fueran recordadas y mencionadas en las oraciones de los creyentes a fines de año.
“Desde #YoSíTeCreoEnCuba pedimos a las personas de fe, incluir los nombres de estas mujeres en las acciones espirituales que realizan como cierre de año. ¡Mucha luz para ellas!”.
Según el post, unas 29 eran mujeres cubanas, dos canadienses y tres menores de edad, todas asesinadas. Desde finales de noviembre hasta la fecha se han sumado cuatro casos nuevos, en ese entonces el conteo del Observatorio de Feminicidios en Cuba detallaba que eran 25 mujeres y tres menores las fallecidas.
Aunque los feminicidios no están reconocidos en la isla como un delito, en el pasado 2019 se mostró una tasa oficial con datos de 2016 cuyo número consideraba solo una parte de esos crímenes: aquellos en que los agresores eran parejas o exparejas.
Por otro lado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió en de noviembre al gobierno cubano, que adopte medidas de protección integral contra la violencia de género en la isla. El régimen niega la especificidad de estos crímenes y no se pronuncia al respecto.
Durante la audiencia pública “Violencia de género y los derechos humanos de las mujeres en Cuba”, realizada durante el 177 Período de Sesiones, la CIDH recibió información sobre la prevalencia de los estereotipos que perpetúan la violencia de género intrafamiliar e institucional en el país, en particular en el contexto de la pandemia de COVID-19 y con impacto desproporcionado en las en las mujeres afrodescendientes y defensoras de derechos humanos.
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Además, la Comisión señaló las deficiencias de autoridades del país para el registro oficial sobre ese tipo de violencia, que han motivado que organizaciones de la sociedad civil y periodistas independientes recolecten datos desagregados sobre la violencia de género.
Justamente el pasado 7 de noviembre se registró otro feminicidio en el oriente cubano. Dos mujeres fueron asesinadas a disparos en Santiago de Cuba. Ambas víctimas tenían 27 años, eran educadoras en círculos infantiles de la provincia y fueron ultimadas a balazos por la ex pareja de una de ellas y padre de su hijo.
La cúpula del régimen rehúsa que estos hechos ocurran en Cuba y en octubre pasado la secretaria general de FMC, Teresa Amarelle Boué culpó al bloqueo o embargo estadounidense de ser el principal obstáculo para la realización de los derechos de las cubanas y la forma de violencia más lesiva contra ellas.
De acuerdo con el Observatorio de Violencia de Género de Costa Rica, el feminicidio es la más grave de las violencias de género, en la cual una mujer es asesinada por su condición de mujer, usualmente a manos de su pareja actual o pasada, o de otro hombre con quien no tiene o tuvo una relación de pareja.
No es un asesinato común, sino producto normalmente de una violencia escalonada y una relación desigual entre la mujer y el hombre feminicida, agrega el organismo. Lo mismo sucede en el resto del mundo y contrasta con lo que pasa con los hombres: muy escasamente son asesinados por sus parejas o exparejas o, en general, por mujeres. Hay más hombres que mujeres asesinados en el mundo y en Cuba, pero esos crímenes tienden a suceder a manos de otros hombres, en espacios públicos, sin mediación de agresiones sexuales ni vínculos afectivos previos.