Como el “Día de la Cobardía, no de la Rebeldía Nacional”, definió la fecha de este 26 de julio el periodista independiente Henry Constantín— fundador y director de la Revista La Hora de Cuba—, en una publicación en la que denunció una agresión cometida presuntamente por la Seguridad del Estado contra su vivienda en la ciudad de Camagüey.
“(…) algún cobarde madrugó para regar y tirar contra la puerta de mi casa un pomo lleno de aceite quemado, envuelto en saco de nylon y sin tapa. Podía haberlo regado con calma, pero no, lo tiró, apurado, como haría alguien acobardado hasta la médula”— escribió Constantín en el perfil de Facebook de la revista que dirige.
Según contó el reportero, que ha denunciado en múltiples ocasiones agresiones en su contra, incluyendo, al menos, una amenaza directa de muerte, el presunto agresor “se volvió a montar en su bicicletica, o en la moto que se les entrega en usufructo a los que demuestran méritos en la cobardía, y se fue con sus nervios a un lugar más seguro”.
Constantín es uno de los periodistas cubanos a los que la policía política le impide salir del país. La lista de “regulados” (como llaman eufemísticamente las autoridades migratorias cubanas a quienes se les prohíbe viajar por razones de “interés público”) incluye a las colaboradoras de La Hora de Cuba Inalkis Rodríguez, Iris Mariño, Sol García e Isel Arango.
Constantín cuestionó la hora escogida para el acto vandálico contra su casa, y acusó a sus agresores de tener “infinito miedo a dar la cara, a los vecinos desaprobadores, a los celulares filmándolos, a Facebook y a Twitter y los millones de cubanos que entienden lo que es la libertad”.
“En Cuba, los cobardes con uniforme les tienen cada vez más miedo a tantas cosas... A ese paso, estoy seguro, esos cobardes terminarán un día teniéndole miedo a sus propias patrullas y tribunales”, indicó el reportero.
En su denuncia de los hechos en la red social Twitter, Constantín— quien también es Vicepresidente regional para Cuba de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) — agregó sin más detalles que el intelectual camagüeyano Rafael Almanza habría sufrido una vigilancia de 4 horas sobre su residencia.