Cada vez más los cubanos residentes en el país utilizan las redes sociales para denunciar la ineficiente gestión del régimen castrista. Twitter ha sido una de las principales plataformas donde la ciudadanía cuestiona las medidas gubernamentales arbitrarias y desacredita la narrativa oficial, tan alejada de la penosa realidad que se vive en el país.
El usuario identificado como Rafa (@rafrsr), publicó este lunes 16 de noviembre un tuit donde señaló:
“¿Alguien sabe si estos son los hijos del Rey del tomate, de la cebolla o el queso? Mientras unos roban millones 'legalmente' otros son enjuiciados por producir comida. Debido a la falta de mecanismos legales para hacer las cosas bien donde el productor sea el más beneficiado”.
El joven escribió estas palabras junto a imágenes de familiares de la cúpula dirigente en el país. Descendientes del fallecido tirano Fidel Castro aparecen frente un avión, en un yate mirando al mar relajadamente, o brindando en un restaurante, mientras el pueblo cubano agoniza ante la terrible escasez y el desabastecimiento.
Rafa (@rafrsr) compartió un texto publicado en el medio independiente 14ymedio, titulado En Cuba el Rey del Tomate paga su éxito con la cárcel, donde se detalla sobre un campesino del municipio Los Palacios en Pinar del Río que fue detenido por la policía del régimen, acusado de "actividad económica ilícita" por producir y vender puré de tomate.
Según precisó un agente, en un reporte transmitido por el Sistema (des)Informativo de la Televisión Cubana, el Ministerio del Interior decomisó al campesino pinareño más de 1.250 sacos que contenían 62.8450 botellas con puré de tomate de fabricación artesanal, “actividad para la cual no poseía autorización legal", publicó 14ymedio.
Ante los comentarios en Twitter de Rafa (@rafrsr) un usuario identificado como @Catv20171 dijo: “Indignación total hay en todas partes por esas injusticias y barbaridades. Hay muchísimas familias que hoy mismo no están viendo el NTV (Noticiero de la Televisión Cubana), o solo ven la parte del tiempo, hay un malestar general”.
Un ganadero cubano de la provincia de Artemisa, tiene en la finca Santa Ana en el municipio de Caimito 42 vacas. El campesino producía tres tipos de queso y abastecía principalmente a tres restaurantes de comida italiana en La Habana.
Hasta aquí parece todo en orden, pero no, el llamado Rey del Queso vive en Cuba, y en este país terminó detenido por un presunto delito de actividad económica ilícita y el operativo de los policías del régimen desmantelando su pequeña fábrica fue transmitido -como escarmiento- por televisión nacional.
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El régimen cubano monopoliza la comercialización de la carne, lácteos y otros derivados del ganado vacuno y sanciona duramente los supuestos delitos asociados a la venta de estos productos.
Al ganadero artemiseño, según el reporte de la prensa estatal, le fueron confiscados 316 litros de leche, 353 libras de queso, 140 litros de cloro, dos pesas, cántaras, moldes, tanques de acero de procedencia industrial, una máquina selladora de nailon y otros implementos.
Estos son solo dos ejemplos de los cientos de decomisos que el régimen ha concretado en estos meses de pandemia de coronavirus para llenar sus arcas a costa del trabajo del ajeno. Los que realmente producen y alcanzan beneficios son aplastados por un Estado corrupto y funcionarios mediocres, incapaces de articular nada sensato para estimular la economía. La lógica de descentralizar las producciones no le conviene a los títeres castristas que apuestan por perseguir las ganancias de otros, mientras se perpetúan en el poder.
En tanto, las familias de los Castro y compinches aledaños, disfrutan los privilegios robados por décadas al pueblo cubano.
