La periodista Linne Diéguez Solana, a través de una publicación que hizo en Facebook, calificó de traición las nuevas tiendas en dólares que recientemente abriera en todo el país la administración de Miguel Díaz-Canel.
En su texto Linne explica que se pasó toda su vida del lado del régimen.
"Yo crecí siendo revolucionaria. Gritando consignas, saltando para no ser Yanqui, queriendo ser como el Ché y leyendo mucho a Martí. Yo crecí al frente de un colectivo de pioneros, dirigiendo en la FEEM, y en la UJC. Fui militante del Partido a los 25 años… No creo que haya dejado de leer nada de lo que se publicó en Cuba del Realismo Socialista y estuve desde la primaria en la radio, en la televisión, en congresos…"
Y entonces ¿qué sucedió para que una joven tan alineada con las políticas del régimen cambiara su manera de pensar y llegara a calificar de traición las nuevas medidas economías reflejadas en estas tiendas en dólares? Sin lugar a dudas, lo que cambió fue la manera en que Linne Diéguez ve la realidad de su país, porque lo que ella percibe ahora, ha venido ocurriendo desde que los Castros tomaron el poder en 1959.
"Yo defendí -con fervor- las conquistas de la Revolución, porque me hablaron de un país para todos, sin exclusiones, sin limitaciones por clases sociales, donde contábamos todos", pero la realidad le está demostrando, a ellas y otros cientos de miles, que aquello eran solo palabras, que al régimen solo lo importa su subsistencia en el poder, y que para eso es capaz de pasar por encima de sus propios preceptos y dogmas.
"Yo crecí en el Con todos y para el bien de todos, despreciando a gobiernos anteriores donde los pobres miraban con tristeza vitrinas que no se podían permitir. Donde los latifundistas les pagaban tan poco a los trabajadores que el salario no les alcanzaba para nada", explica Linne, y agrega: "Yo creí, soñé, confié… Y no puedo entender que hoy necesite cosas elementales que no están a mi alcance porque no tengo a nadie que me ponga en la tarjeta dinero del enemigo que quemé en las fiestas del CDR en forma de muñeco. Yo no tengo ninguna persona de esas que no creyeron, ni soñaron y mucho menos confiaron, que me envíe dinero".
Y Linne concluye su texto recordando una conversación que tuviera recientemente con un amigo:
"'Nos engañaron', me dijo hace un par de días un amigo que se fue, y yo me encogí de hombros y salí a buscar a un revendedor justo después de contestarle: 'no, peor, nos traicionaron'".