Este 1 Julio el periódico estatal Invasor, perteneciente a la provincia de Ciego de Ávila, publicó un artículo sobre el problema del pan en ese territorio, que va desde una disminución en las producciones hasta la mala calidad de la materia prima.
"Invasor ha hecho referencia a la calidad de esta materia prima, con estándares inferiores a los requeridos para lograr un resultado diferente, que se traduciría en un pan con mejor olor, presencia y sabor", señaló el medio oficialista.
Lo que no menciona el periódico del Partido Comunista en esa provincia, es que esta situación es consecuencia de la falta de liquidez del régimen, la cual le impide adquirir las materias primas en el mercado internacional (en el país no se producen). Sí reconoce que una alta demanda por parte de los consumidores, en un contexto marcado por una profunda crisis alimentaria, "pone en jaque planes que no logran satisfacer por completo y de forma holgada las necesidades de la población".
El Invasor en su texto asegura que el pan de la canasta básica está garantizado "y continúa como el principal objeto de la industria alimentaria", no así el que se expende de forma liberada, que "no ha seguido el mismo camino".
En conversación con el diario avileño, Yoslainay Hernández Collado, directora de tecnología y desarrollo en la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria, declaró que, "además del que llega a los consumidores de forma diaria, los organismos priorizados también reciben el que les corresponde", y agregó que "afectaciones de un 10 por ciento con la entrada de harina impiden que las producciones puedan ampliarse y aparezcan en las tablillas otras ofertas que con anterioridad podían encontrarse".
Debido a la actual situación las ventas de pan liberado han quedado en manos de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de la Empresa Cubana del Pan en la provincia y según su director, Javier Fernández Solís, lo que se planifica se cumple, pero añade que "eso no es sinónimo de satisfacción de la demanda, muy por encima de esos números pactados".
Fernández Solís explica que como alternativa, solo se permite la compra de cinco panes por consumidor, y asimismo se aplicaron limitaciones a los vendedores ambulantes "para garantizar mayor presencia en el mostrador, la prioridad de la empresa".
El Invasor señala que esta situación con los panaderos ambulantes ha suscitado quejas, y no es para menos, pues no cuentan con una fuente donde adquirir los panes de manera independiente, y deben continuar realizando sus pagos de impuestos al Estado como trabajadores por cuenta propia.
Como en otros sectores, la dirección del régimen ha orientado buscar alternativas que permitan incrementar las producciones, y en este caso han recurrido a la utilización de pulpa de viandas para la elaboración del pan.
Si ya usar harinas de mala calidad es algo que afecta la elaboración del producto, qué puede salir de un pan hecho de boniato. Sin dudas otra cosa, pero no pan.
Javier explica que esto permite ahorrar unas cinco toneladas de harina y posibilita, entonces, aumentar la producción.
En Ciego de Ávila se ha utilizado a modo de prueba la calabaza y el plátano, pero la idea es emplear también yuca y boniato, comenta Félix Dobao Jorrín, jefe de producción de la UEB.
"No es una idea novedosa, fue algo que ya se puso en práctica en los años del Período Especial, pero muchos no lo habíamos hecho antes, por lo que estamos aún en fase de preparación con los panaderos".
Pero esto no significa que ya todo esté solucionado, pues la entrega de las viandas por parte de la agricultura será un reto importante, "cuando se prevé que los rendimientos en el surco no tendrán correspondencia con la ampliación de hectáreas sembradas", concluye el Invasor.