En Las Tunas sólo hay harina para el pan "de la libreta"

La vicegobernadora de esa provincia reconoció la falta de harina, lo que impide hacer pan para la venta liberada y elaborar dulces
Pan normado en Cuba
 

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Muchas veces el cubano mata el hambre y la ansiedad de no comer lo que más le apetece con pan. En la isla este alimento tiene un valor simbólico mucho más elevado que el de la Biblia, porque en base a él es que se planifican meriendas, refrigerios y hasta comidas importantes del día, cuando no hay más nada.

Se puede acompañar de muchas cosas, algunas proteicas, cuando hay, y otras sencillamente como aderezos de sabor. Tal es el caso del pan con café y azúcar, con aceite y sal, y hasta con plátano fruta. Sin embargo, si el pan falta, hasta tales creaciones derivadas de la escasez se pierden de la boca del cubano.

Eso podría estar pasando justo ahora en Las Tunas, donde las autoridades han manifestado que la harina de la que se dispone sólo alcanza para el pan de la canasta básica, entiéndase “el de la libreta”. Al más puro estilo Pánfilo, los tuneros sólo podrán estar disponiendo de un pan diario para cada uno, tenga la calidad que tenga.

Citada por la emisora local Radio Libertad, Yelenis Tornet Menéndez, vicegobernadora de la oriental provincia, repasó las medidas que las autoridades toman para administrar la escasez y garantizar que no hay acaparamiento en estos tiempos iniciales de la recuperación pos COVID-19.

Sobre la harina y el pan, Tornet dijo que el territorio posee la harina para la elaboración del pan con destino a la canasta básica, aunque debido a la restricción en el suministro de la primera, se ha afectado la producción del segundo para su venta liberada, así como la producción de dulces.

Con un solo pan entonces, los tuneros, probablemente junto con compatriotas de otras provincias, deberán estar haciendo malabares para conformar su ingesta alimenticia diaria. Quizás la falta de harina amaine pronto, pero así y todo, con pan o sin él, la situación que va dejando la pandemia se torna más crítica de lo común.

Ya lo reconoce la vicegobernadora en el citado artículo, palabras más, palabras menos. No sólo pasa con el pan. En todos los artículos agropecuarios la oferta no cubre ni de lejos la demanda, por lo que habrá que seguir recurriendo a la venta racionada de cuotas simbólicas.

 

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