En el programa televisivo La Colmena TV correspondiente a la primera temporada del espacio, grabada en 2017 y retrasmitido este domingo, se emitieron imágenes de un niño cubano blanco con el rostro pintado de negro y los labios rojos, lo que avivó una polémica sobre el racismo en redes sociales.
El maquillaje del rostro o el llamado Blackface, para representar a un afrodescendiente, tiene sus raíces en los tiempos de la opresión esclavista y hoy generalmente es considerado ofensivo, porque representa una discriminación racial que aún perdura. Activistas y expertos aseguran que disfrazarse pintándose la cara de negro denigra y desprecia a toda una comunidad, a la vez que alimenta los peores estereotipos atribuidos a los afroamericanos.
Las imágenes trasmitidas en La Colmena TV, un programa de televisión cubano de carácter competitivo en el que participan niños de cinco a catorce años, fueron cuestionadas por el rapero Alexey El Tipo Este, quien compartió en su perfil en Facebook capturas del episodio y señaló que incluso el jurado del programa, integrado por dos afrodescendientes, Carmen Rosa López, directora del Coro Diminuto y el repentista Emiliano Sardiñas, junto al humorista Osvaldo Doimeadiós, reaccionaron a la interpretación con elogios y risas.
El activista por los derechos humanos y coordinador nacional del Comité Ciudadanos por la Integración Racial en Cuba (CIR), Juan Antonio Madrazo, también realizó una publicación recientemente en Facebook, donde afirmó categóricamente: “BlackFace es racismo. El racismo es una saliva amarga en el imaginario racista de gran parte de nuestra diáspora”, y compartió las etiquetas #MiremosPorDentro y #NoAlRacismoEnCuba.
Por su parte, el coordinador y cofundador del medio independiente cubano Yucabyte, Norges Rodríguez, señaló en su cuenta de Twitter que “esto demuestra que tenemos (todos) una deuda grande con esa temática y que en el proceso de construir un país más democrático y justo no deberíamos desentendernos de situaciones puntuales que afectan a grupos discriminados”.
Rodríguez, añadió que no es la primera vez que la televisión cubana expone una escena semejante. Este mismo mes el medio oficialista retrasmitió un episodio de la “comedia de situación” Punto G, donde aparece un actor igualmente con el rostro pintado de negro.
Estas caracterizaciones están relacionadas con el clásico personaje “El negrito” de Enrique Arredondo, uno de los actores humorísticos más importante del Teatro Vernáculo cubano. Pero esta acción interpretativa es criticada por denigrante y discriminatoria.
Se considera que el BlackFace tiene unos 200 años y ha estado presente en varios países del mundo y en algunos todavía se sigue haciendo, no sin polémicas. En Estados Unidos fue ampliamente rechazado por el Movimiento por los derechos civiles, que obligó a prohibirlo desde inicios de los años 60 del siglo XX.
Muchos historiadores, activistas y políticos critican esta práctica, justificada en tradiciones “culturales”, y la definen como un insulto racista.
Tanto en Estados Unidos como en Europa, el BlackFace servía para entretener a los blancos con espectáculos basados en estereotipos negativos sobre los negros y en burlas sobre sus expresiones, acentos y apariencia. A medida que crecieron los movimientos para erradicar la discriminación racial y favorecer la lucha por los derechos humanos, fue perdiendo fuerza y comenzó a verse como algo vergonzoso.
“El BlackFace es una tradición fundamentada en el racismo, que consiste en gran parte en el miedo a los negros y en reírse de ellos”, explicó recientemente a la BBC Kehinde Andrews, profesor de Estudios Negros en la Universidad de Birmingham y fundador de la Organización de la Unidad Negra de Reino Unido.
Por lo visto en esto días, es un tema también presente en los debates de cubanos que aspiran a la construcción de una sociedad más democrática e inclusiva.
La estatal Televisión Cubana, decidió hacer la desafortunada reposición del programa justo cuando se viven tensiones en todo el mundo en torno al tema del racismo, luego de la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis bajo custodia policial.