El gigante cienfueguero José Dariel “Pito” Abreu dice que lloró en el banco de los Medias Blancas después del tercer jonrón que conectó en la noche de este sábado.
Se trataba de su quinto cuadrangular en dos días, el cual sirvió para remachar la victoria 7-4 sobre los Cachorros. Era el primer juego de tres jonrones de un jugador de los Medias Blancas contra un equipo de la Liga Nacional.
En su videoconferencia a través del sistema Zoom, el cubano confesó que se le aguaron los ojos porque demostraba que aún podía ayudar a su equipo, a pesar de lo que opinaban algunos.
Por primera vez en su carrera como pelotero Abreu bateaba tres jonrones en un juego, incluyendo su paso por las series provinciales y nacionales en Cuba. Dijo que sí lo había hecho en un día, pero no en un solo juego, en clara alusión a las ocasionales jornadas de doble juegos.
El cienfueguero se convirtió en el primero de su club con una “manita” de jonrones en dos desafíos sucesivos y el número 17 con tres en un choque.
Con su faena reciente, desplazó al inmortal Orestes “Minnie” Miñoso del sexto lugar (186) en el listado de los mejores jonroneros cubanos en la historia de las Grandes Ligas, que encabeza Rafael Palmeiro. Lo logró el viernes, cuando su equipo ganó con marcador de 10-1.
Ahora, este sábado, se colocó por delante de Magglio Ordóñez en la posesión exclusiva del quinto lugar en la lista de la franquicia de cuadrangulares, con 189.
Miñoso fue una figura icónica. El primer negro cubano en las Ligas Mayores y el primer jugador negro en la historia de los White Sox. Como novato, en 1951, fue uno de los primeros jugadores latinos en actuar en un Juego de Estrellas de la Gran Carpa, uno de sus variados méritos.
Conectó 21 jonrones con los campeones de la Liga Americana de 1959 y es el duodécimo jonronero de todos los tiempos (135) de los Medias Blancas.
El jonrón de Abreu en la sexta entrada ante Kyle Hendricks le dio a los Medias Blancas una ventaja de 3-2, y el de dos carreras en la octava ante Rowan Wick les dio un respiro. El cubano cerró su espectáculo de poder con su bambinazo frente a Duane Underwood Jr., en el noveno episodio.
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Abreu es el sexto jugador en la historia de los White Sox con múltiples jonrones en dos partidos consecutivos, junto a Matt Davidson (2018), Carlos Quentin (2010), Joe Crede (2008), Greg Norton (1999) y Zeke Bonura (1934). El sábado se convirtió en el jugador número 15 en el expediente de la franquicia.
Fue el decimotercer juego de cuatro hits en la carrera de Abreu. También fue el partido número 16 de su carrera con más de cuatro anotaciones impulsadas. Durante los últimos siete juegos, Abreu tiene 16 jits en 30 comparecencias, con siete jonrones y 15 carreras impulsadas.
Este sábado bateó de 4-4, con un boleto y cuatro impulsadas. Suma 10 jonrones y 27 impulsadas en lo que va de esta campaña sui generis, corta por la pandemia de coronavirus.
Antes del viernes, la última vez que Abreu tuvo un partido multijonrón fue el 15 de agosto de 2019 frente a los Angelinos y la última con cuatro remolques el 7 de septiembre de ese mismo año, también contra el mismo rival.
En cuanto al porcentaje de batazos que salen a más de 95 mph (hard hit), el cienfueguero aparece en el puesto 14, con 53.8 por ciento, una estadística en la que manda el dominicano Fernando Tatis Jr. con 64.9 por ciento.
Los otros cubanos de los White Sox
Luis Robert también pegó un jonrón en el segundo inning y ya lleva siete, mientras que Yasmani Grandal lo hizo en el noveno. Abreu, junto a Robert, Grandal y Yoan Moncada son hoy conocidos como “CubanSox” o “Cuban Power” en los medios estadounidenses. Tienen la mejor parte de los 11 jonrones de los White Sox en dos juegos y sus 27 jonrones y 54 carreras en sus últimas 54 entradas. Los 27 jonrones en siete juegos son un récord de Grandes Ligas.
El avileño Robert acumula ahora 17 carreras impulsadas y consolida su aspiración a Novato del Año en la Liga Americana. Jardinero central de los Medias Blancas, marcha en el cuarto lugar en un departamento llamado Bolts, o sea, la cantidad de veces en que la velocidad sprint de un corredor es de al menos 10 metros por segundo.
Con cuatro bases robadas en lo que va de campaña, Robert se ubica igualmente en el Top Ten de los más rápidos en velocidad promedio. Roman Quinn, de Filadelfia, es el más veloz, con 30.4 pies por segundo, en tanto el exjugador de los Tigres de Ciego de Ávila marcha décimo, con 29.1.
La hazaña de Abreu apoyó al cubanoamericano Gio González desde el montículo para su primera victoria. Los Medias Blancas lograron su séptima victoria consecutiva y tienen balance de 17-11.
Gio González obtuvo su primera victoria con tres entradas y dos tercios en blanco, en las que ponchó a dos y sólo permitió un hit tras sustituir al abridor dominicano Reynaldo López.