El senador Marco Rubio presentó un proyecto de ley que busca cambiar el enfoque de la Administración del presidente Joe Biden sobre la distribución de tratamientos con anticuerpos monoclonales para el COVID-19.
La Ley de Restauración de Tratamientos para Terapias de Anticuerpos de Emergencia (TREAT, por sus siglas en inglés) fue propuesta este martes y evitaría que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) restrinja a los hospitales y otras instalaciones a solicitar los tratamientos directamente a los fabricantes.
Si el proyecto se aprueba, también evitaría que el HHS pusiera límites a la cantidad de tratamiento que cada estado puede recibir.
“Este cambio abrupto en la política de la Administración Biden no es más que un intento de castigar a Florida”, dijo Rubio en un comunicado enviado a Fox News. “No podemos permitir que las acciones de esta Administración pongan en peligro la salud y la seguridad de los floridanos y de otros”.
Agrega que, el proyecto de ley pretende devolver “equidad” al permitir que los proveedores de atención médica y los hospitales accedan directamente al tratamiento con anticuerpos monoclonales “que salvan vidas”.
Este proyecto de ley tiene como copatrocinadores a los senadores Marsha Blackburn, de Tennessee; Rick Scott, de Florida; Kevin Cramer, de Dakota del Norte; y Roger Marshall, de Kansas.
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Florida es uno de los siete estados, junto a Texas y Alabama, que constituyen la mayor parte de la demanda de dicho tratamiento. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó que estos siete estados representan alrededor del 70% de las solicitudes.
Esta medida se produce cuando el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y otros gobernadores promueven el tratamiento para quienes dan positivo a la prueba del COVID-19. A principios de este mes, la Administración Biden comenzó a racionar los suministros reduciendo a la mitad los envíos a Florida, según el diario Florida Politics.
Algunos informes han alegado que la nueva política del HHS es un castigo contra los estados rojos por no apoyar los mandatos de mascarillas y vacunas, incluso después de que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) la recomendaron en los espacios públicos cerrados.