Residentes en Miami-Dade piden el fin de la "tiranía" del confinamiento

En Miami-Dade, con casi un 70% de latinos, las ayudas para la población de menos ingresos y los pequeños negocios han sido pocas tras casi seis semanas de confinamiento.
Un ciclista en Miami-Dade
 

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Aunque Florida inició un plan de reapertura de tres fases a partir de esta semana, luego de un mes de confinamiento obligatorio por la pandemia de COVID-19, los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach se mantienen en cuarentena por ser el epicentro de la enfermedad en el estado.

Particularmente, el condado de Miami-Dade, con casi un 70% de latinos, sufre doblemente el impacto de la pandemia, puesto que todas las ayudas para la población de menos ingresos y los pequeños negocios han sido pocas tras casi seis semanas de confinamiento.

"Nos estamos muriendo de hambre", dijo este martes un barbero de la localidad de Miramar (Broward), que ha encendido la mecha de la rebelión al abrir su negocio sin autorización.

Las peluquerías y barberías tienen expresamente prohibida la apertura en la fase uno del plan de vuelta a la normalidad no solo en Broward, Miami-Dade o Palm Beach, sino en todo el estado.

Daniel Liriano, que habló para canales de televisión desde su barbería, expresó que no ha tenido más remedio que abrir porque tiene una familia a la que alimentar y destacó que no va a "perjudicar" a nadie, pues ha tomado todas las precauciones para evitar el contagio de la COVID-19.

Este domingo los participantes en una manifestación en el centro de Miami para pedir el fin de la "tiranía" del confinamiento y el cierre de negocios se expresaron en términos similares.

La hondureña Marcia G., que trabaja como limpiadora de casas, señaló a la agencia de noticias EFE que, a pesar del riesgo de contagiarse de la COVID-19, ha decidido salir de casa a ganarse el pan, porque no tiene dinero, sino "solo deudas".

En Miami, que es junto a Hialeah la ciudad del condado más castigada por el desempleo generado por el nuevo coronavirus, este martes centenares de automovilistas hicieron fila con sus vehículos desde la madrugada en los distintos puntos donde se reparte comida gratuitamente.

Buena prueba de que la necesidad va en aumento la dio la Alcaldía de Miami al confirmar que recibió en tan solo una hora el máximo de solicitudes que podía aceptar para dos programas de ayuda con fondos federales que puso en marcha este lunes.

 

El plazo de inscripción para el programa de asistencia a las micro empresas, que concedía ayudas de 10 000 dólares, finalizaba el 8 de mayo, lo mismo que el de préstamos de urgencia para pequeñas empresas por un monto de 5000 a 20 000 dólares, pero hubo que cerrar el registro cuando llevaba solo una hora abierto.

Un mensaje en la web municipal avisa hoy de que "no se aceptan solicitudes para este programa, dado que todos los fondos disponibles están asignados".

En Hialeah, una ciudad en la zona oeste del condado de población mayoritariamente cubana, la web municipal colgó el mismo cartel a las pocas horas de abierta la inscripción para un programa de asistencia para pagar el alquiler y los servicios públicos.

De acuerdo con un estudio de WalletHub sobre los estados en los que el desempleo ha subido más por el coronavirus, Florida fue el número uno la semana pasada, aunque si se toma en cuenta el periodo completo que abarca la crisis de la COVID-19 baja al quinto lugar y es Georgia el que encabeza la clasificación.

Otro estudio de la misma compañía realizado a partir de las estadísticas del Departamento de Trabajo indica que Hialeah es la segunda ciudad más castigada por el desempleo, por detrás de Seattle (Washington), mientras que Miami es la cuarta.

Con información de EFE

 

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