En toda la polémica generada por el estreno del documental Sueños al pairo, sobre la vida del músico cubano Mike Porcel y el exilio forzoso que tuvo que vivir dentro de Cuba durante nueve años, apartado del mundo del arte y la creación artística, Amaury Pérez había transitado como una excepción destacable.
Ello, por no haber formado parte del acto repudio que organizaron contra Mike los integrantes del Movimiento de la Nueva Trova en 1980, por la voluntad de éste de salir del país en el éxodo del Mariel, en busca de mejores oportunidades para él y su familia.
Asimismo, se juzgaba por lo dicho en el documental, que Amaury Pérez fue de los pocos que no dio la espalda a Mike durante todo ese período de marginación y hostigamiento. Sin embargo, la otrora víctima del totalitarismo cubano y hoy hombre libre, residente en Estados Unidos, aclaró que Amaury también se apartó de él y desmintió parte de sus declaraciones en el documental.
En una tertulia con varios artistas cubanos emigrados a Estados Unidos, en el canal de YouTube Somos Miami TV, Mike afirmó que el único con el que tuvo contacto del mundo de la canción durante sus nueve años de penitencia forzosa fue Pedro Luis Ferrer. “Me vio varias veces” y “a Amaury tampoco lo vi más hasta después de muchos años, aquí en Miami”.
En Sueños al pairo, el hijo de Consuelito Vidal y conductor del espacio de entrevistas de la Televisión Cubana “Con dos que se quieran” dice que un día venía con Mike de la iglesia y se cruzaron con dos compañeros de canto que, al ver a Mike, brincaron la calle.
“Debieron pensar: ‘ahí vienen dos gusanos, y éramos nosotros dos’, dijo Amaury, también integrante de la Nueva Trova. Sin embargo, al ser cuestionado por ese supuesto episodio, Mike aclaró que él no cruzó la calle con Amaury. “No sé por qué dice eso. Eso me sucedió, pero no con él”.
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Según el también arreglista y compositor, pasajes como el narrado por Amaury Pérez, donde se ubicó como presunto participante, le sucedieron con la esposa y alguna que otra gente, pero no con Amaury. En el citado programa refirió que nunca en ese tiempo tuvo compañía caminando de ningún “compañero de canto”.
“Muchas veces con ella (su esposa) me encontré a gente que cruzó la calle y otros, los menos, que sí me abrazaron”, concluyó, al tiempo que dijo entender a aquellos que han mostrado un auténtico arrepentimiento y que querían de veras mantener una relación con él, pero se veían impedidos por la enorme presión de la época.