Opinión
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No importa cuántas Letras del año saquen los yorubas en Cuba. Ni cuántas asociaciones lo intenten. De alguna manera, todas las Letras que resultan de la adivinación de los caracoles apuntan a un futuro funesto para la isla
En la Cuba de hoy no hay café, ni arroz, ni papas, ni petróleo, y ahorita, por no haber, no habrá ni gente, pero hay militares
Cuando una madre cubana se levanta y sabe que no hay leche para que sus hijos desayunen, y en medio de un apagón se da cuenta de que tampoco hay pan, ni carne, ni agua en el fregadero, siente terror
Escondan al elefante o será devorado muy pronto por las masas hambrientas.
El mundo de la inteligencia cubana está de luto. Bueno, casi de luto.
¿O es que la decencia se la han tragado los dirigentes y por eso están voluminosos y redondos?
Uno se aleja para siempre de su casa y, a lo mejor, puede dejar los muebles, la bicicleta, la cafetera que nos acompañó siempre en las mañanas e, incluso, a un abuelo.
Cuba debiera ser alguna vez veraz en su esencia (que no es lo mismo que decir: algún día verás esencias).