La policía política cubana detuvo este 15 de diciembre a la activista y reportera Iliana Hernández. La periodista de CiberCuba es víctima de arresto domiciliario desde hace semanas al igual que los demás huelguistas que se atrincheraron en la sede del Movimiento San Isidro.
Según refiere CiberCuba, Hernández debía asistir hoy a una entrevista en el Consulado de España en la capital cubana. Con anterioridad la opositora había revelado su intención de asistir a la misma ya que sobre su persona no pesa ningún delito que le impida la libre movilidad.
Sobre la detención arbitraria el medio de prensa dijo:
“La detención de Iliana fue violenta e intentaron quitarle el teléfono, a lo que la activista se resistió y consiguió entregar el celular a una persona que se lo pasó a su madre, quien se encontraba en el domicilio”.
El gobierno cubano no reconoce la doble ciudadanía de Hernández, quien es ciudadana española; y la mantiene regulada impidiéndole salir del país. Para la visita a la Embajada Española, Hernández decidió rentar un auto, al cual le impidieron entrar en Cojímar, donde reside la activista con su familia.
En reiteradas ocasiones la periodista ha manifestado que saldría de su casa a pesar de las consecuencias. El régimen mantiene un fuerte operativo policial frente a la vivienda su vivienda, al respecto ella escribió hoy en su muro:
“No soy terrorista, no tengo ningún armamento peligroso encima. Soy una cubana libre y por tanto tengo todo el derecho de salir y entrar de mi casa. Policía que venga a impedirlo debe venir con una orden de un juez o algo que justifique esa acción”.
En las imágenes del pogromo se escucha música de fondo y son visibles personas encargadas de organizar y conducir el bochornoso espectáculo. Hay banderas cubanas, carteles con consignas oficialistas, entre otros afeites con que el castrismo adorna estos acontecimientos.
Por otro lado, la dictadura también apresó ayer 14 de diciembre al productor independiente Michel Matos, mientras este se disponía a salir de su hogar, en el cual lleva casi un mes recluido por la policía política.
Matos salió de su hogar y enseguida fue interceptado por la policía política. Una agente policial le informó que sobre su persona pesa una orden de restricción operativa.
Ya en el interior de la patrulla Matos transmitió en vivo y dijo sobre el encierro al que le obliga la dictadura:
“Llevo un mes trancado, todos mis amigos tienen un mes trancado, esto es inaceptable. Me dejaron el teléfono conmigo, así que yo publico. Vamos a estar saliendo, no queda de otra”.