La poeta Katherine Bisquet y la creadora de las artes visuales Camila Lobón, continúan bajo un arbitrario arresto domiciliario. Las jóvenes, como más de una decena de activistas y periodistas independientes a favor de la democracia en la isla, permanecen bajo un estricto cerco policial y vigilancia de agentes de la Seguridad del Estado las 24 horas del día.
Pero este martes decidieron hacer algo poco usual en la isla totalitaria: desplegaron un gigantesco cartel en lo alto de una azotea de La Habana, para denunciar su situación.
“Hemos depuesto nuestro maquillaje para la creación de este cartel. Cada lápiz labial, cada lápiz de ojo, rímel y purpurina rellenan estas letras. Y estas letras portan nuestros deseos de libertad”, explicó Bisquet.
“Trece días de privación ilegal de libertad, tenemos derecho a expresarnos libremente”, se leyó por un rato en la sábana que colgó para que todos lo vieran, ante los ojos incrédulos de los represores. Sin embargo, fue arrancado al parecer por un vecino castrista, según publicó la poeta en Facebook.
La osadía de las muchachas, provocó nerviosismo en las fuerzas represivas. Patrullas realizaron movimientos alrededor del edificio. En las fotografías se observan lo mismo efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria, que de Tropas de Prevención (cuerpo élite del ejército) y la Seguridad del Estado. Aún están sitiadas e individuos de civil instalaron sistemas de audio en la esquina, por lo que periodistas y activistas han alertado de que podría estarse preparando uno de los mítines de odio que organiza la dictadura contra quienes se les oponen pacíficamente.
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Expresó Bisquet: “Los humanos, como las fieras, están hechos de miedos. Y de deseos. Un día feliz, un día cualquiera, el humano se levanta y se dispone a eliminar a la fiera. Una criatura enorme que controla todo y que por lo tanto también lo domina. El humano quiere construirse un mundo sin fiera. Un mundo mejor, digamos, dice el humano. Un mundo donde el recuerdo del animal no sirva sino para recordar el olor de los pájaros muertos. Para eso necesita destruir un par de cosas, apenas las imprescindibles. Las necesarias como mucho. Todo lo que lo limite dentro y fuera de su cabeza”.
“Hoy es el día trece del encierro que se nos ha impuesto. Hoy es el día en que nos levantamos con la disposición de eliminar a la fiera. Y la fiera pueden ser nuestros miedos y las cosas que nos oprimen. Tenemos deseos y tenemos derechos. Nuestros deseos de movernos libremente por nuestro propio país. Nuestros derechos a cumplir esos deseos de libertad plena y expresión plena. Ningún otro humano nos puede suprimir esos deseos, ni esos derechos. Ningún otro humano nos puede impedir la movilidad y la capacidad de pensar y de crear. Queremos que todos los humanos tengan los mismos derechos. Y queremos que todos seamos libres para ejercerlos”, expresó la artista y luchadora por la democracia en Cuba.
