“Le tengo más miedo que al DTI… el DTI no te puede quitar la visa y Otaola sí”, dijo el humorista cubano Robertico sobre el influencer Alex Ota-Ola, en su show del 3D Café en La Habana.
“Otro que prefiere reírse de los pinareños a reírse de los dictadores; otro que viene mucho a EE.UU, que se presenta, que cobra muy bien”, ripostó Ota-Ola en su programa ampliamente seguido por la comunidad cubana en la Isla, Miami y el resto del mundo.
El comediante pidió a su público “avisarle” cuándo el “rey del chisme” lo coloque en su programa. “Yo estoy ‘cagao’ de que cuando me llamen me digan: ‘Ota-Ola está hablando de ti”. A lo que Ota-Ola respondió: “llámenlo y díganle que estoy hablando de él”.
Luego, el famoso presentador mencionó la “lista roja”, ese lugar ficticio temido por tantos artistas cubanos con negocios y relaciones en Estados Unidos en el que Alex coloca a los que tienen cercanías con el régimen cubano. “¿Cómo va la lista roja?, no creen ustedes que deba estar”, preguntó.
Pero lo “perdonó” por haber tenido una buena actitud con la cantante La Diosa, a quien defendió Ota-Ola en su reclamo por acoso sexual.
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El youtuber ya cuenta con varios “logros” en su haber. Entre ellos está haber sido un engranaje importante en la retirada de los permisos para presentarse en Florida a la cantante Haila y el grupo Gente de Zona.
Las presiones llevaron a que el Alcalde Francis Suárez la declarara persona no grata en Miami, tras lo cual cancelaron sus espectáculos en sitios privados y la artista debió regresar a la Isla.
A su regreso, la prensa oficialista defendió y celebró su fidelidad. Un artículo publicado en noviembre por el diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba, calificó de “una nueva ola de incomprensiones” la actitud asumida por el exilio contra Haila.
Gente de Zona se quedó sin participar en el espectáculo organizado por el cantante Armando Pérez (Pitbull) en el Bayfront Park para celebrar la llegada del 2020, por motivos semejantes a los de Haila.
La cancelación llegó después de que Francis Suárez pidiera que los sacaran del espectáculo debido a las presiones de una parte del exilio que considera que los cantantes deben asumir una posición clara sobre la situación política y de los derechos humanos en Cuba.
Si bien Ota-Ola no es la única razón detrás de estos sucesos, se ha convertido en representante y vehículos de las opiniones de muchas cubanos emigrados sobre cuál debe ser la actitud de Miami hacia el gobierno cubano y quienes viven bajo sus reglas.
