A finales de junio, el régimen venderá en las tiendas de moneda libremente convertible (MLC), mascarillas desechables fabricadas en la Empresa de Confecciones Textiles Unimoda, de Matanzas.
Según publicó el periódico oficialista Adelante, se priorizará Salud Pública, turismo, transporte y comercio, antes de iniciar con las ventas a la población.
Maribel Rodríguez Argüelles, directora general de la Empresa declaró a ese medio que la comercialización de mascarillas desechables en la red de tiendas incluiría a los establecimientos en moneda libremente convertible (MLC) y otros en moneda nacional (MN) "a precios muy asequibles a la población".
La funcionaria explicó que en la minindustria se confeccionan, esterilizan y empaquetan alrededor de un centenar de unidades por minuto en dos líneas de trabajo, que pudieran traducirse en unas 84,000 mascarillas por cada turno de ocho horas.
Cada mascarilla dispone de tres capas, dos de ellas de telas no tejidas (spunbond) y un filtro intermedio (meltblown).
'Dolarización' de la economía en Cuba
A cerca de un año de implementado lo que que críticos del régimen llaman "apartheid económico", cada vez hay más tiendas MLC y menos en moneda nacional, además de que estas últimas sufren desabastecimiento.
Desde el 20 de julio de 2020 se abrieron en el país decenas de tiendas en divisas extranjeras, que en la actualidad superan el centenar.
El ministro de Economía, Alejandro Gil, aseguró entonces que la venta de alimentos en CUP y CUC se mantendrá. Al mismo tiempo, se abre la venta de productos de “media y alta gama” en moneda libremente convertible (MLC), es decir, divisas. En efecto, entre ellos están artículos de limpieza y alimentos.
Según Gil, el objetivo era captar una "demanda solvente" en el país que puede comprar en dólares u otras MLC estas mercancías, obviamente, a altos precios.
Actualmente en el mercado informal -único que ofrece divisas- el dólar se encuentra a 70 pesos cubanos.
La escasez de artículos de primera necesidad en las tiendas en moneda nacional, obliga a los cubanos a cambiar lo poco que tienen a dólares u otras divisas, y adquirir productos en los establecimientos de moneda libremente convertible.