En medio de la crisis alimentaria que atraviesa Cuba, el presidente designado Miguel Díaz-Canel Bermúdez afirmó, ayer 16 de diciembre, que el régimen no ha subido los precios de los alimentos, durante la primera jornada de trabajo del III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).
“No hemos subido precios ni lo vamos a hacer, porque aquí siempre se ha partido de que no se aplican políticas de choque”, expresó el también primer secretario del PCC.
Las políticas emprendidas por el Gobierno cubano resultaron fallidas en el contexto de la pandemia. La controversial tarea Ordenamiento disparó un proceso inflacionario donde la mayoría de los productos incrementaron su valor hasta cinco veces.
La situación económica de la isla ha ido en declive en los últimos años y el acceso a la comida es uno de los principales problemas que enfrentan los cubanos residentes en el país.
El régimen no ha podido resolver la escasez de alimentos y medicinas. Las largas colas cuando aparecen productos en las tiendas en pesos cubanos indican la carestía que viven los nacionales.
“Esto hoy constituye una prioridad para el Partido, para el Gobierno, para el Estado cubano, y no podemos cruzarnos de brazos”, aseguró el mandatario, líder de un gobierno que convirtió los centros comerciales en tiendas que expenden mercancías en Moneda Libremente Convertible (MLC), cuando el precio de las mismas en el mercado negro supera los 70 pesos cubanos y resulta de difícil acceso para la mayoría.
Las soluciones de Díaz-Canel para la crisis alimentaria cubana son poco concretas. Con la retórica acostumbrada declaró que existen dos caminos: “un grupo de medidas que podamos diseñar, que sean factibles para realmente aplicar con efectividad desde el Gobierno central, y que sean para toda la sociedad; y el otro, un grupo de acciones que podamos desarrollar en lo local desde el enfrentamiento, la convocatoria política, el análisis político, el control de los principales procesos relacionados con este tema y, sobre todo, en la comprensión de que es una cuestión que demanda enfrentarse entre todos, y apoyarla todos como parte de la sociedad”.
Evadiendo la responsabilidad gubernamental en el asunto, el mandatario culpó, nuevamente, a Estados Unidos por la imposición del embargo contra la isla.
Un fin de año sin cerdo en Cuba
Las tradicionales cenas familiares cubanas con cerdo asado podrían desaparecer debido al aumento desorbitante de la libra de esa carne en los mercados informales, porque el Estado no tiene.
En la capital cubana una libra de carne de cerdo ya ronda los 300 pesos cubanos (12 dólares al cambio oficial) según han denunciado usuarios en redes. El año pasado por estas fechas una libra de cerdo no llegaba a los 70 pesos cubanos.
"Este diciembre viró al revés a Cuba entera. Ahora en vez de la gente matar los puercos, los puercos son los que están matando a la gente", dijo el comediante Jardiel González en Facebook.
A inicios de diciembre de 2021 trascendió que la producción de carne de cerdo cayó un 36% en 2020, en comparación con 2017, cuando alcanzó un pico histórico desde la década de los 90, según el economista cubano Pedro Monreal.
En 2017 se produjeron poco más de 262 000 toneladas de carne de cerdo. En 2019 la producción cayó hasta las 232 000 y en 2020 a 168 400, precisó el economista en Twitter, citando datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
En octubre pasado Marino Murillo, ex jefe de la comisión estatal encargada de las cuestionadas reformas económicas en la Isla, declaró ante el Parlamento que la inflación alcanzó 6900% en el mercado negro en comparación con enero de 2021.
Explicó que los costos de la canasta de bienes y servicios de referencia casi duplican los números diseñados del régimen. Además, la capacidad de compra se vio afectada con la reforma salarial, sobre todo para las familias de menos ingresos.