¿Por qué las mujeres necesitan saber Jiujitsu?

La iniciativa del proyecto Arthaus Habana tuvo una excelente acogida entre mujeres que ven en las técnicas del Jiujitsu una buena herramienta para defenderse ante una eventual violación, agresión sexual o acto de acoso
Cartel de convocatoria al taller de Jiujitsu para mujeres
 

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Este viernes fue el último día, de tres, del taller de Jiujitsu convocado por el proyecto Arthaus Habana, dirigido especialmente a mujeres. Según sus organizadores, ante la aceptación de este primer intento, en el que participaron unas 17, es probable que se repita el ejercicio.

ADN Cuba ya había compartido la convocatoria, circulada por redes sociales.  En ese entonces se informó que el proyecto iniciado en 2016 por las artistas Fabiana Salgado y Elena Molina había convocado a las mujeres interesadas a un taller de jiujitsu contra violaciones, el cual se celebraría los días 27, 29 y 31 de enero en la calle San Lázaro, entre M y N, en el Vedado, sede de Arthaus.

 

Un reporte de la agencia IPS relata que el ejercicio fue exitoso. De acuerdo con Fabiana Salgado, otra de las fundadoras de Arthaus, decidieron organizar el taller del clásico arte marcial japonés porque cuando se presentó la idea les pareció “muy útil darles a las mujeres un conocimiento que les permita defenderse en situaciones de peligro, empoderarse para al menos responder ante una agresión”.

Las mujeres necesitan saber técnicas de Jiujitsu o cualquier otro arte marcial porque, en palabras de Javier Peña, colaborador del proyecto artístico y quien presentó la idea, muchas mujeres quieren “sentirse más seguras en la calle”. Esa era la motivación principal de las que participaron en la primera edición del taller, que seguramente se repetirá ante su buena acogida.

Patricia Delgado fue una de las participantes. Según confesó a IPS, “las mujeres nos sentimos más vulnerables ante los hombres por una cuestión de fuerza. Aunque sí me atrevo a salir sola de noche, me sentiría más confiada si supiera como defenderme”.

En sintonía con ella, otras aprendices entrevistadas por el citado medio reconocieron la utilidad de dominar técnicas que les permitan hacer frente a situaciones desafortunadamente cotidianas como el acoso y las agresiones sexuales. 

Si bien tres lecciones no son suficientes para dominar plenamente un arte marcial, al menos las ya impartidas, y otras subsecuentes que pudieran venir, pueden dar a las mujeres la habilidad, si no para vencer a su eventual agresor, al menos para ganar un tiempo valioso que les permita escapar y evitar la violación o cualquier otro tipo de maltrato.

Así lo refirió Peña, quien subrayó que “con tres clases solo puedes rozar la superficie, pero sobre todo se trata de romper el hielo, que se sientan empoderadas, descubrir que no necesitan ser grandes o fuertes para defenderse”.

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