El secretario de Estado Mike Pompeo envió una carta al ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en la que exige la liberación del opositor cubano José Daniel Ferrer, otra violación de los derechos humanos en la isla, según su parecer.
“Los cargos espurios contra Ferrer siguen un patrón familiar de acoso, violencia y arrestos arbitrarios contra cubanos que solo buscan abogan por la democracia y las libertades políticas y económicas que permitirían al pueblo cubano crear prosperidad. No puede ser un delito criticar las políticas que han retrasado el desarrollo de Cuba en los últimos 61 años”, declaró Pompeo.
“Hasta que haya democracia y respeto por los derechos humanos en Cuba y todos los presos políticos sean liberados, Estados Unidos continuará responsabilizando al régimen por sus abusos. Por el bien del pueblo cubano y por el mejoramiento de su nación, le instamos a liberar a José Daniel Ferrer de inmediato y dar el primer paso hacia un futuro mejor para Cuba”, agregó.
Ferrer fue detenido junto a otros miembros de la organización opositora que él dirige, Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) el 1ero de octubre de 2019, tras incitar y protagonizar en septiembre una acción de protesta pública en honor a la Virgen de la Caridad del Cobre (patrona de Cuba).
La manifestación consistió simplemente en salir a las calles con un girasol amarillo en las manos; pero las autoridades reprimieron a quienes se sumaron al gesto, haciendo alardes de su poder absoluto sobre todos los aspectos de la vida de los cubanos.
Desde su arresto varios entes internacionales como Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Parlamento Europeo, y el gobierno de los Estados Unidos, han reclamado a Cuba para que libere al opositor, pues a todas luces es juicio que preparan en su contra está amañado y carece de garantías para el debido proceso.
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De hecho, Amnistía Internacional solicitó formalmente al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, asistir al juicio de Ferrer, sin que hasta el momento se tenga noticias de alguna respuesta, o siquiera de la fecha en que se desarrollará el supuesto juicio.
Las autoridades del régimen han usado todos los medios a su alcance, desde las relaciones diplomáticas hasta el control absoluto que ejercen sobre los medios de comunicación, para mostrar a un Ferrer culpable de violencia y de ser un “asalariado del imperialismo [norteamericano]”.
Un video transmitido por la Televisión cubana mostró escenas dudosas y de muy baja calidad en que se ve al opositor autolesionándose, y testimonios de presuntas víctimas sacados de redes sociales. Asimismo mostraron en público imágenes de los hijos menores de Ferrer sin el consentimiento de sus padres.
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La fabricación de cargos de delincuencia común contra opositores políticos y el llamado “fusilamiento de la reputación” son tácticas habituales de la Seguridad del Estado, que suele manipular o chantajear a presuntos testigos para conseguir condenas en los tribunales según sus intereses.