El senador estadounidense Rick Scott sumó su voz a las de todos aquellos que piden a la administración del demócrata Joe Biden que no siga un curso similar al del expresidente Barack Obama en las relaciones con Cuba.
En su perfil de la red social Twitter, el representante del estado de Florida escribió que le enorgullecía acompañar a sus colegas en el envío de un claro mensaje al actual presidente: “no podemos volver a las políticas de apaciguamiento de la era Obama”.
“La inestabilidad en América Latina está directamente ligada al régimen cubano. Estados Unidos debe continuar responsabilizando al régimen por sus actos”, agregó Scott, otrora gobernador de Florida y miembro del Partido Republicano.
El mensaje al que hace referencia el político fue enviado el pasado miércoles con la celebración en el Museo de la Diáspora Cubana de un encuentro entre cubanos exiliados que discutieron una propuesta para la actual administración de cómo debe fluir la política hacia Cuba.
De manera consensuada, estos concluyeron y aconsejaron a la actual administración no abandonar la política de sanciones al régimen o iniciar una normalización de las relaciones a menos que las autoridades cubanas liberen a todos los presos políticos, restauren los derechos civiles y celebren elecciones libres y democráticas.
Necesitamos, queremos y demandamos una Cuba libre, declaró a los medios el representante Carlos Gimenez, uno de los participantes en el encuentro.
Su postura es coincidente con la de los senadores cubanoamericanos Bob Menendez y Marco Rubio, así como con la del propio Scott y la representante cubanoamericana María Elvira Salazar, quienes pidieron al presidente Biden priorizar los derechos humanos y evitar hacer concesiones unilaterales a La Habana.
Asimismo, el alcalde de Miami, Francis Suarez, consideró que no hay necesidad alguna para revertir las políticas de Donald Trump respecto a Cuba, las que, a su juicio, indujeron al régimen cubano a ampliar las posibilidades de desarrollo del sector privado en la isla.
“Son políticas que han tenido resultados y no veo una razón para revertirlas”, dijo Suarez, que estima que con la eventual democratización de Cuba podrá aspirarse a la democratización de todo el hemisferio, ya que tras el cubano también caerían los regímenes de Venezuela y Nicaragua.