Cuba será incluida en lista de países que patrocinan el terrorismo

La administración Trump está colocando a Cuba en la lista de países que se consideran patrocinadores estatales del terrorismo
Raúl Castro y otros jefes de dictadura cubana. Foto: AFP
 

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La administración Trump está colocando a Cuba en la lista de países que se consideran patrocinadores estatales del terrorismo, según reveló “una persona familiarizada con la decisión” a The Wall Street Journal (WSJ).

La designación, que se anunciaría este lunes, puede complicar los esfuerzos del presidente electo Joe Biden para mejorar los lazos con el régimen de La Habana y es la última de una serie de medidas de la administración Trump para tratar de fijar políticas antes de que el mandatario republicano deje el cargo.

La medida anula el levantamiento de la designación bajo la administración de Obama en 2015, durante el impulso del presidente demócrata para descongelar las relaciones con la dictadura de la nación isleña, recordó el WSJ.

Fuentes de la agencia Reuters también dijeron que se espera que el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, quien podría anunciar la designación de Cuba tan pronto como este lunes con solo nueve días en el cargo del presidente Donald Trump, vincule la decisión con el hecho de que Cuba ha albergado durante mucho tiempo a fugitivos estadounidenses y líderes rebeldes colombianos.

También puede citar el apoyo de Cuba gobernada por los comunistas al presidente socialista venezolano Nicolás Maduro, dijo la fuente a Reuters bajo condición de anonimato.

Desde diciembre, se filtró que funcionarios del Departamento de Estado habían elaborado una propuesta para designar al régimen “comunista” como patrocinador estatal del terrorismo, reveló entonces The New York Times (NYT).

Los demócratas y expertos en política exterior sostienen que Trump y sus altos funcionarios quieren evitar que el futuro mandatario demócrata desmantele con facilidad la política de “mano dura” con los regímenes autoritarios, llevada a cabo por los republicanos. En las últimas semanas, la administración actual también ha tratado de aumentar la presión y las sanciones estadounidenses sobre China e Irán.

Según NYT, sacar a Cuba de esa lista requeriría a Biden más que “el golpe de un bolígrafo presidencial”. El Departamento de Estado tendría que llevar a cabo una revisión formal, un proceso que podría tomar varios meses.

El Departamento de Estado eliminó a Cuba de su lista de patrocinadores del terrorismo en 2015, después de que el presidente Barack Obama anunciara la “normalización” de las relaciones entre Washington y La Habana, por primera vez desde la revolución que terminó en dictadura comunista.

A cambio de promesas de reforma política y social, Obama retiró sanciones económicas al castrismo, relajó las restricciones a los viajes y comercio, y reabrió una embajada en La Habana. En 2016, se convirtió en el primer presidente estadounidense en visitar la isla desde Calvin Coolidge. Sin embargo, poco cambió en materia de derechos civiles y políticos en Cuba, donde se sufre en los últimos meses una ola represiva.

El gobierno de Reagan añadió por primera vez a Cuba a la lista de terrorismo en 1982 por apoyar a los insurgentes izquierdistas en América Latina. Durante la era Obama, el Departamento de Estado lo citó como un “refugio seguro” para los separatistas vascos y los rebeldes colombianos.

En mayo del 2020, en un posible adelanto de la medida que ahora podría tomarse, el Departamento de Estado notificó al Congreso que Cuba se encontraba entre los cinco países que “no cooperaban plenamente” con los esfuerzos antiterroristas estadounidenses.

La notificación citó la negativa de Cuba a una solicitud de Colombia de extraditar a 10 líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que vivían en La Habana, después de que el grupo se atribuyera la responsabilidad de un bombardeo de una academia de policía en Bogotá que mató a 22 personas.

The New York Times informó que “el gobierno represivo de Cuba ha decepcionado en gran medida las esperanzas de que pueda liberalizarse después de la muerte de su líder revolucionario, Fidel Castro, en noviembre de 2016. La Habana continúa arrestando y deteniendo a disidentes y reprimiendo una reciente huelga de hambre de artistas y otros activistas de la capital, evidenciando a muchos republicanos que su gobierno no merece relaciones cordiales de Washington”.

En un artículo de opinión publicado este mes en The Miami Herald, el senador de Florida, Marco Rubio, instó a Biden a “estar de pie con los disidentes” y a no “lanzar un salvavidas al régimen dictatorial de Raúl Castro”.

 

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