El senador de origen cubano Marco Rubio, en un artículo de opinión publicado por el Miami Herald, afirmó que el régimen cubano aumenta la represión porque “cree que el alivio puede estar en camino”, en clara alusión a un nuevo deshielo bajo la administración de Joe Biden.
Rubio, quien es un crítico fuerte del castrismo y defiende las libertades de los cubanos, denunció en el texto el incremento de las acciones violentas de la dictadura cubana.
“La represión en curso se produce cuando el régimen de Castro-Díaz-Canel enfrenta una mayor presión por parte del pueblo cubano, que exige que se respeten sus derechos a la libertad de expresión y otras libertades básicas”, expresó.
Sobre los caminos a seguir cuando Biden arribe a la Casa Blanca en enero, Rubio escribió:
“A medida que la situación en Cuba empeora, una administración de Biden enfrentaría una decisión crítica en lo que respecta a su política hacia la isla. ¿Biden apoyará a los disidentes y continuará las reformas clave de la Administración Trump, que han paralizado financieramente al régimen y priorizado las demandas del pueblo cubano? ¿O volvería a la fallida política de la administración Obama de recompensar a Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel con alivio de las sanciones y legitimidad política por décadas de comportamiento represivo?
Si Biden volviera a comprometerse con las mismas políticas de la era de Obama, sabemos demasiado bien quién sufriría: aquellos que buscan una Cuba más libre y democrática, incluidos los disidentes, los presos políticos, los artistas y los activistas de la isla. En lugar de darles la espalda, es fundamental que los líderes estadounidenses apoyen a esos valientes cubanos que se enfrentan a un brutal régimen comunista.
Ya podemos ver cómo responde el régimen cubano cuando cree que el alivio puede estar en camino”.
Destacó que “Más cubanos inocentes pagarán el precio si volvemos a una política unilateral hacia Cuba y ponemos un salvavidas al régimen dictatorial de Raúl Castro”.
Por otra parte, mencionó a grupos opositores dentro de la Isla que viven el acoso contante del gobierno cubano, entre ellos Las Damas de Blanco, la Unión Patriótica de Cuba liderada por José Daniel Ferrer y el Movimiento Cristiano de Liberación y su Proyecto Varela.
“Sigo comprometido a cambiar el nombre de la calle frente a la Embajada de Cuba en Washington, D.C. en honor al fundador del Movimiento, el difunto Oswaldo Payá” aseguró.
Desde la óptica de Rubio una política consecuente hacia la dictadura cubana “seguiría los pasos del presidente Trump y promovería políticas destinadas a proteger los derechos fundamentales de los cubanos. En los próximos años, eso significará especialmente trabajar para promover el acceso a internet en la isla, para que los cubanos estén mejor conectados con fuentes de información independientes.
Además, implicaría el compromiso de asegurar una indemnización para los estadounidenses a quienes el corrupto régimen de Castro les robó sus propiedades injustamente. La formulación responsable de políticas también significará asegurar que las naciones actualmente involucradas en actividades que constituyen la trata de personas de profesionales médicos cubanos contraten directamente y compensen plenamente a esas personas, así como también cumplan con todas las normas y protocolos laborales internacionales”.
Por último, sostuvo que:
“La política hacia Cuba de la próxima administración será una prueba para demostrar cómo realmente priorizan los "valores" en la política exterior de Estados Unidos. El destino de Cuba le pertenece únicamente al pueblo cubano, pero el papel de nuestra nación en mejorar sus vidas no puede volver a ser el que tenía bajo la administración Obama”.
Recientemente el senador cubanoamericano crítico en Twitter las declaraciones del, vocero castrista Edmundo García, radicado en Miami, en contra del Dr. en Filosofía Orlando Gutiérrez-Boronat, coordinador de la Asamblea de la Resistencia.
En un tuit de este 15 de diciembre Rubio juzgó la censura y la falta de libertad de expresión existente en la Cuba gobernada por Raúl Castro quien mueve los hilos de Díaz-Canel.
