Cuba apoya a Bielorrusia pese a condena internacional por desvío de avión

El canciller del régimen de la isla defendió al "último dictador de Europa" y acusó que las sanciones por el desvío de un avión para apresar a un opositor forman parte de una campaña para derrocarlo
Bruno Rodríguez y Alexánder Lukashenko
 

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El régimen cubano manifestó su apoyo a su aliado bielorruso ante la condena internacional y los anuncios de sanciones durante la última semana por el desvío arbitrario de un avión para detener a un activista opositor.

“Rechazamos las sanciones, acciones de desestabilización y campañas de desinformación contra la hermana República de Belarús y ratificamos nuestra solidaridad con el presidente Alexánder Lukashenko”, escribió este viernes el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en su cuenta de Twitter.

Tal rechazo del régimen a las críticas y medidas contra Minsk desoyen los argumentos y hechos sobre los que se erigen las mismas, cuestionables en tanto supusieron una franca violación de los protocolos internaciones para el espacio aéreo, así como de los más elementales derechos humanos.

El pasado 23 de mayo Bielorrusia ordenó el desvío y aterrizaje en su capital de un vuelo que tenía como destino final Lituania. Lo hizo bajo el pretexto de una supuesta amenaza de bomba, pero tras el aterrizaje las autoridades de Minsk sólo procedieron a arrestar al activista de oposición y periodista Raman Pratasevich, quien era uno de los pasajeros del vuelo de la aerolínea Ryanair.

El hecho fue condenado por numerosos mandatarios de la comunidad europea, la OTAN y el gobierno estadounidense, quienes consideraron lo sucedido como “un incidente grave y peligroso, que requiere una investigación internacional”.

Tres días después del hecho, líderes de la Unión Europea (UE) aprobaron sanciones a Bielorrusia y condenaron las acciones de ese país por poner en riesgo la seguridad aérea.

La UE tomó la decisión de prohibir el uso del espacio aéreo comunitario a las compañías de Bielorrusia y de impedir el aterrizaje de sus aeronaves en aeropuertos de los países miembros del bloque comunitario.

Asimismo, las medidas contemplan la prohibición para las compañías europeas de sobrevolar el espacio aéreo bielorruso y el bloqueo de 3 000 millones de euros de ayuda e inversiones para Bielorrusia, que sólo se liberarán cuando el país se democratice.

Apoyo recurrente

El apoyo de La Habana a Minsk es recurrente. Ambos regímenes son aliados y se defienden ante las acusaciones y reclamos internacionales que abogan por su democratización.

En septiembre de 2020, ante el escándalo que significaron los comicios presidenciales en la nación europea por acusaciones de fraude y manifestaciones populares de rechazo a la permanencia de Lukashenko en el poder, diplomáticos cubanos dieron su apoyo al cuestionado mandatario en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Según publicó la oficialista Prensa Latina en ese entonces, la reunión del Consejo se organizó "para atacar a ese país". Fue una errada aseveración, pues la sesión fue para manifestar la preocupación de los países democráticos por las protestas en Bielorrusia y la nula legitimidad de Lukashenko tras unas elecciones amañadas.

"Rechazamos enérgicamente la injerencia extranjera contra la soberanía y la autodeterminación de esa nación hermana", aseguró la diplomática cubana Lisandra Astiasarán en representación del régimen de la isla.

De acuerdo con la vocera castrista, se estaba utilizando como canal al Consejo de DDHH para legitimar "un golpe de Estado" en Bielorrusia y “para impulsar la agenda intervencionista de Estados Unidos y algunos de sus aliados”. 

Similar línea sigue el pronunciamiento reciente del canciller de la isla, que, sin importar el peso de la evidencia, externa el apoyo y solidaridad de La Habana con un régimen homólogo en materia autoritaria y dictatorial.

 

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