La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) cumplió 62 años de creada ayer 5 de enero; más de seis décadas dedicadas a la represión continua.
A lo largo de la Isla varios altos dirigentes del régimen felicitaron a las fuerzas represivas por su labor. El general de Brigada Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro cubano del Interior también lo hizo según informaciones de la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
La ACN reportó que las autoridades castristas emplearon Twitter para transmitir sus mensajes de felicitación.
La vice primera ministra Inés María Chapman escribió en esa red social:
"Hombres y mujeres de pueblo cuidan y protegen, día y noche velan por la seguridad ciudadana, a ellos que permanecen fieles, dignos representantes de nuestra policía nacional revolucionaria, combatientes aguerridos, Felicidades #62Aniversario, cumpliendo siempre con la patria”.
Sin embargo, en las calles cubanas otra es la visión sobre los uniformados azules. El recién culminado 2020 ha sido el escenario perfecto para que las fuerzas policiales ejercieran su poder sin miramientos.
En medio del contexto de la pandemia por el coronavirus los agentes policiales han aumentado la violencia y se han situado como las marionetas del régimen contra todo el que disienta de sus políticas.
Varios ejemplos salieron a la luz el pasado año y las autoridades del Ministerio del Interior (Minint) han intentado frenar la crítica popular con declaraciones surrealistas sobre los hechos. Lo único que han logrado ha sido aumentar su descrédito ante un pueblo cada día más informado.
Una de las víctimas de violencia policial fue el joven de 27 años, Hansel Ernesto Hernández Galiano, quien murió en junio por un disparo de un oficial.
La muerte del joven afrodescendiente, suscitó indignación entre activistas antirracistas en Cuba, quienes demandan una investigación a fondo sobre lo sucedido.
Otra muestra de la flagrante represión de la policía política cubana fueron los hechos relacionados con las huelgas del Movimiento San Isidro y la repercusión de las mismas en las redes sociales. Los miembros del MSI han sido largamente acosados por el régimen.
El periodista y escritor cubano Carlos Manuel Álvarez, el último en acuartelarse en Damas 955, ha sido asediado desde entonces. La Seguridad del Estado lo ha sometido a varios interrogatorios e incluso a un secuestro con el fin de llevarlo hacia Matanzas.
Por su lado los integrantes del grupo 27N, protagonistas del plantón frente al Ministerio de Cultura del país, han padecido prisión domiciliaria para impedirles la libre circulación por las calles habaneras. Los agentes policiales han custodiado los hogares de estos artistas para mantenerlos dentro.
“Una fuente cercana a la víctima confirmó a Cubalex que el joven se encontraba en una cola donde discutió con la policía, lo empujaron y él cayó al piso y se golpeó la cabeza. Aun así el agente continuó golpeándolo con el bastón”. El altercado fue hace algunas semanas. En este tiempo él estuvo ingresado luchando por su vida”, añadieron desde esta asociación cubana.