Órganos represivos cubanos multan con 3000 pesos a la periodista Camila Acosta

Ni en plena contingencia sanitaria los órganos represivos del régimen descansan. Este viernes multaron con tres mil pesos cubanos (aproximadamente 100 dólares) a la periodista independiente Camila Acosta.
Camila Acosta
 

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Ni en plena contingencia sanitaria los órganos represivos del régimen descansan. Este viernes multaron con tres mil pesos cubanos (aproximadamente 100 dólares) a la periodista independiente Camila Acosta, quien denunció la arbitraria medida vía redes sociales.

“Aquí está: 3 mil pesos de multa, o sea, unos 120 cuc (aproximadamente 100 dólares). Es una de sus maneras de doblegarme, de callar mi voz. La pagaré en cuanto pueda, la consideraré un impuesto por hacer periodismo independiente en Cuba”, escribió en su perfil de Facebook Acosta, multada sin otro pretexto quizás que el de intentar hacer un periodismo libre en la isla, donde existe una férrea censura sobre los medios de comunicación oficialistas y los alternativos o independientes son mirados de reojo y fustigados continuamente por la seguridad del Estado y otros apparátchiks del régimen.

La multa a Acosta se suma a una larga lista de otras que han sido impuestas a comunicadores, periodistas independientes, activistas y miembros de la sociedad civil, en una relativamente nueva modalidad de acción de los represores, que buscan amedrentar a todos los que no se pliegan a los dictados partidistas del único partido permitido en la isla, tal vez evitando encerrarlos continuamente para que el régimen no sea continuamente acusado en foros internacionales o sus mecanismos represivos no sean tan evidentes.

 

Al terminar sus estudios, Camila Acosta pasó la mitad de su servicio social en el Canal Habana, un medio oficialista. Decidió abandonarlo y hacer un periodismo independiente, lo mismo como asesora en Comunicación para el Club de Escritores y Artistas de Cuba, una organización alternativa y no reconocida por el Gobierno, que como colaboradora de Cubanet.

Según reveló recientemente a 14yMedio, pasarse al sector privado le costó rupturas familiares, represión y el acoso de la Seguridad del Estado, tal y como ocurre con muchos otros reporteros y activistas.

Por si fuera poco, este año descubrió que ingresó a la arbitraria lista de los regulados, el término con el que el régimen designa y refiere a aquellos que no pueden salir al extranjero libremente, la mayoría de las veces por motivos políticos y no por poner en riesgo la seguridad nacional, como aduce la propia ley.

Asimismo, Acosta ya conoció lo que es ser detenida por atreverse a defender causas políticas. A inicios de este mes estuvo retenida varias horas por participar en una protesta pacífica que exigía la libertad del artista Luis Manuel Otero Alcántara, la cual finalmente se logró tras el reclamo de muchas voces dentro y fuera de Cuba.

Pese a todo ello, según asegura en su publicación y como le instan a hacer sus amigos en la red social, Acosta anticipa que no se amedrentará y que seguirá haciendo un periodismo libre. La multa será sólo como un impuesto a su actividad, que no se detendrá, como tampoco la de muchos otros periodistas y activistas que abogan por un sistema plural, democrático e inclusivo.

 

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