La policía del régimen cubano encarceló en la prisión de Valle Grande (La Habana) al opositor Adrián Curuneaux Stevens, acusado de “atentado” después de haberle exigido el viernes 22 de mayo a un oficial que respetara sus derechos.
“El 23 de mayo lo citaron para la Sexta Unidad [de la policía], que está aquí en Mariano; cuando llegó allí a las 10 de la mañana lo pasaron para la Quinta Unidad, que está en Playa. Cuando llegó allí lo acusaron de un supuesto atentado”, declaró a medios independientes José Díaz, quien encabeza el Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR).
Curuneaux, padre de tres hijos, es el delegado del MONR en Marianao. Antes del arresto y la acusación de atentado, la policía lo citó varias veces y lo obligó a entregar su licencia de cuentapropista, con la cual operaba una carpintería que le daba sustento a su familia, denuncia el líder opositor.
De acuerdo con Díaz, lo que hizo la policía política con Curuneaux Stevens es lo que suele hacer con activistas que se destacan en la oposición pacífica para privarlos de su principal fuente de ingresos.
“Le mandaban inspectores, y todo lo que veían [en la carpintería] estaba mal. Se vio en la obligación de quitar todos los equipos que tenía allí, porque él hacía artículos religiosos, la carpintería de él era de artículos religiosos de madera, y con eso vivía y mantenía a su familia”, relata Díaz.
A su juicio, su militancia política fue el único motivo de hostigamiento, porque Curuneaux pagaba su licencia, los impuestos correspondientes y no tenía problemas con la ley. Díaz Silva pone como ejemplo del acoso lo que le ocurrió a él mismo el 11 de junio en la Avenida Boyeros, en la capital, cuando varios agentes lo interceptaron y le sacaron y ocuparon todo lo que llevaba en los bolsillos.
“La ley no les da derecho a hacer eso, y con Adrián Curuneaux tampoco, porque no hay una base, no hay un delito, y no hay un acusador que tenga una prueba y le diga: usted atentó contra mi persona”, indicó el líder del MONR a Radio Televisión Martí.
Díaz, junto a otros activistas participó el sábado en un “tuitazo” —una campaña en la red social Twitter— para exigir la libertad de Curuneaux y todos los presos políticos en Cuba.
A fines de marzo, el gobierno cubano habilitó una sección de la cárcel de Valle Grande para albergar a reclusos enfermos de coronavirus. El centro penitenciario está localizado cerca del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), y tiene 18 pabellones con capacidad para mil 500 presos.