El cubano Pedro Escobar Carbajal, de 48 años, trabajaba en Uruguay reuniendo dinero para celebrar en Cuba el cumpleaños 15 de una de sus hijas. Sin embargo, hace unas dos semanas fue visto por última vez cerca de su casa en una comunidad del municipio Canelones. A inicios de esta semana, el cubano que faltaba de su hogar en Los Cerrillos desde el lunes 15 fue hallado muerto en el Paraje Las Brujas.
Pedro Escobar era muy querido por sus vecinos, quienes están consternados por su muerte. La persona que lo encontró, a su vez, se impresionó tanto que sufrió un infarto y falleció.
Según supo el medio uruguayo Subrayado, las primeras investigaciones de la policía permiten establecer que la del cubano se trató de una muerte violenta. La persona que lo encontró, un hombre de 60 años, se descompensó, fue trasladado a un centro asistencial, pero falleció por un paro cardíaco.
En la resolución del caso trabaja la Policía Científica y detectives de Homicidios de la Jefatura de Policía de la ciudad de Canelones.
En la tarde del lunes 29 Escobar fue encontrado ahogado en el arroyo Las Brujas, ubicado a 13 km de la ciudad de Los Cerillos en el departamento de Canelones, de Uruguay.
La víctima, ciudadano cubano nacionalizado uruguayo, vivía solo en una vivienda otorgada por la dueña de un establecimiento para el cual Escobar trabajaba desde hacía un año. Además, el cubano realizaba otros trabajos en fincas de la zona, informó Telenoche.
Varios vecinos aseguran que Escobar era una persona muy querida por todos, cuyo único objetivo era “irse a Cuba en agosto para festejar el cumpleaños de 15 de su hija”.
La última comunicación que realizó la víctima fue con su esposa, radicada en Cuba, a través de una llamada de WhatsApp, que se cortó abruptamente a las 19:01 y, según testimonio de la esposa, el último ruido que escuchó fue la puerta de un portón.
Medios locales narran que desde ese día vecinos y amigos salieron en su búsqueda, pero no hubo ningún rastro hasta la tarde de este lunes. Lo encontraron ahogado, con signos de violencia, y atadas sus piernas con un bloque de yeso.
De forma inmediata el vecino que lo encontró, conmocionado, dio aviso a la Policía de la situación. Poco tiempo después del arribo de los agentes, el hombre comenzó a sentirse mal y se dispuso su trasladado a un centro de salud, pero en el camino sufrió un paro cardíaco letal y falleció.
Tanto Fiscalía como la Policía trabajan con absoluta reserva en el caso para esclarecer el móvil del crimen.