Cubanos migran a Rusia en plena pandemia

La situación en Cuba no parece mejorar a corto o mediano plazo. A medida que los vuelos a varios destinos se vayan normalizando, el flujo migratorio hacia Rusia o cualquier otro país podría ser mayor
Avión de compañía rusa Aeroflot
 

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Frank compró su boleto de avión a Rusia con Bitcoin. Desde hace dos años la idea de abandonar Cuba se hacía más fuerte en su cabeza como la solución para lograr otro futuro. Quiere llegar a España o a cualquier país donde pueda tener mejores condiciones de vida que en la isla.

Desde que Rusia eliminó la necesidad de visado para los cubanos, se convirtió en el destino de miles. Algunos llegan a buscar mercancía para vender en la isla, otros con la idea de quedarse para trabajar o cruzar hasta la añorada Europa occidental. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 paralizó todo ese movimiento migratorio.

Frank –cuyos apellidos omitimos porque teme represalias– tiene 33 años y nunca pensó en abandonar Cuba. Pero a medida que la situación en el país se iba “endureciendo”, comenzó a reunir para su viaje y esperó durante el primer confinamiento.

Muchísimas cosas han cambiado en la isla, para peor. Las restricciones a las remesas, la dolarización casi completa de la economía, a lo que luego se unió la mal llamada “Tarea ordenamiento”, más la creciente escasez de cualquier tipo de productos y la inflación, fueron los ingredientes perfectos para decidirse a no aguardar más en la tierra que lo vio nacer, pero que no puede darle un futuro digno.

“Salí el 29 de abril pasado. Cuando ambos países restablecieron los vuelos no dudé en ponerme a buscar cómo comprar el pasaje. Encontré varios gestores, cubanos que se dedican a comprar los pasajes por internet, pero además de ser bastante caros (entre 700 y 900 dólares) había escuchado de casos de estafa y decidí invertir ahorros que tenía en USDT (criptomoneda)”.

El joven encontró una página que le pareció “bastante segura”, y el pasaje le salió en 600 USDT, con un seguro incluido de 80 USDT para casos de cancelación no perder todo el dinero. “Solo compré el pasaje de ida, Rusia no pide ida y vuelta, ni para salir de Cuba tampoco”, contó ya desde Moscú.

El gigante euroasiático permite una estancia de 90 días en su territorio a los turistas. Ese estatus migratorio prohíbe el ejercicio de cualquier forma de trabajo. Los cubanos que llegan a Rusia tienen que buscar trabajos de forma completamente ilegal y con las peligrosas condiciones que eso implica.

“El estatus aquí no se legaliza, antes las personas salían a un país cercano al plazo de los tres meses y cuando volvían a entrar acumulaban tres meses más de visado legal, pero con la pandemia no se está permitiendo”, afirmó el cubano, natural de Matanzas.

Explica que existen personas que hacen de “gestores de trabajo”, y lo mismo pasa con la renta. Se dedican a buscar empleos para los recién llegados, y cobran comisión por eso.

“Nos pagan en negro, un aproximado de 1300 rublos (17.56 USD al cambio) diarios, en dependencia del tipo de trabajo. Yo trabajo 12 horas cada jornada, a veces para llegar y regresar del trabajo me tomo 2 o 3 horas más. Lo que te queda del día tienes que dividirlo en comer, bañarte, dormir… para al otro día levantarte bien temprano en la madrugada. Son trabajos bien duros”.

A la hora de encontrar dónde vivir es “un poco más difícil y caro”. Muchos rusos no quieren rentar a cubanos, y menos de estatus ilegal. Entonces, los “gestores” buscan personas que sí acepten a los caribeños, pero hay que pagarles de 100 a 150 dólares más por el alquiler, que encima es más caro de lo normal.

“Nosotros somo seis personas en un cuarto, dormimos en literas y pagamos casi 8000 rublos cada uno”, cuenta Frank.

En abril del 2020 el periódico español El País relató las duras condiciones de los cubanos que deciden migrar a Rusia. A pesar del frío, lo difícil del idioma y las condiciones de explotación, regresar a Cuba no es una opción para Frank.

“En realidad, creo que algunos vienen a quedarse y a vivir así mientras puedan, como muchos que hay aquí desde hace años. Otros, como yo, queremos hacer algo más de dinero y seguir hacia otro lado… Cualquier lado”.

No hay cifras oficiales sobre la cantidad de cubanos que han viajado a Rusia en lo que va de año, pero es un fenómeno que se sabe va en aumento, principalmente por la precariedad con que se vive en la isla. La mayoría de los migrantes podrían ser jóvenes que, cansados de no ver un futuro en su país comunista, deciden probar suerte a miles de kilómetros, donde las temperaturas invernales bajan de cero.

La situación en Cuba no parece mejorar a corto o mediano plazo. A medida que los vuelos a varios destinos se vayan normalizando, el flujo migratorio podría ser mayor.

 

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