Una familia de cubanos, radicada en la comunidad de Dartmouth de la ciudad de Halifax, capital de la provincia de Nueva Escocia en Canadá, denunció que en su Cooperativa de Vivienda Albro Court, han sufrido discriminación racial desde que se mudaron.
"Hemos estado en silencio durante demasiado tiempo", dijo Amanda Porro en una entrevista exclusiva a Global News. Según declaró, después de seis años de vivir en la cooperativa, junto a su esposo Yasmani Porro Rojas y tres hijos, ya han tenido suficiente.
Porro Rojas, que es negro y cubano, refirió al citado medio, que por su acento se burlan de él y lo etiquetan como amenazante. “Todo lo que decimos o hacemos, es porque somos 'personas violentas', se supone que la gente aquí nos tiene 'miedo'”, dijo.
Amanda contó que ni siquiera tiene las ventanas abiertas o se sienta en su terraza, para que sus hijos no escuchen lo que algunos residentes dicen en forma despectiva sobre su esposo. "Estoy tratando de pasar una noche de cine con los niños, y ellos están allí bebiendo y hablando sobre cómo atacarán a mi esposo cuando tengan la oportunidad", denunció.
La familia manifestó además en la prensa como algunos miembros de la cooperativa utilizan insultos raciales: “Ha llegado un punto en el que ni siquiera podemos sentarnos en nuestro patio trasero. Nuestros hijos no pueden jugar en la cooperativa porque están siendo intimidados”.
Porro declaró que su hija de seis años es constantemente víctima de discriminación y burlas. El migrante cubano lidia con todo esto, mientras -según explicó- intenta aprender un nuevo idioma y estudia para convertirse en ciudadano. "Ha venido a Canadá y lo están menospreciando y obligando a que se quede adentro dentro de la casa y no lo tratan de manera justa como un ser humano", dijo su esposa.
“Lo que recibo es intimidación. Estoy estresado, lloro por la noche. Ya ni siquiera puedo sonreír con mis hijos. Mi hijo me pregunta '¿qué pasa, papá?'... No sé qué decir", mencionó el cubano.
Global News describió que esta familia, en la ventana de su hogar, frente al patio de la cooperativa, colocaron carteles pidiendo apoyo y discusión sobre la discriminación racista.
"Ha pasado un mes y medio", dijo Porro Rojas, y ningún miembro de la junta o vecino, se acercó a ellos, excepto Deidra Williams, quien también ha denunciado el racismo contra su familia.
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Después de que Global News visitara el vecindario, la familia Porro dijo que finalmente recibió un correo electrónico de la junta cooperativa de que están dispuestos a hablar con ellos a través de un mediador.
Además, Deborah Jessome, la presidenta de la junta, envío a todos los miembros de la cooperativa un memorando que incluía un mensaje de Global News solicitando una entrevista sobre las acusaciones de racismo de las familias. También incluyó la respuesta de la junta al medio de prensa, junto con una declaración:
"Entendemos que esto puede resultar molesto de leer", dijo el comunicado. “Sin embargo, tenemos la esperanza de que todos nos tomemos en serio las preocupaciones relacionadas con el racismo. También pedimos a los miembros que comprendan que aquellos que están planteando estas preocupaciones están expresando sus sentimientos y experiencias desde su punto de vista. El enfoque de la Junta será apoyar la mediación con la esperanza de que promover el proceso de curación nos ayude a todos a avanzar. También estamos comprometidos a preparar e implementar soluciones a largo plazo (como políticas) para garantizar un trato equitativo continuo para todos los miembros de nuestra diversa comunidad (…) alentamos a todos a reflexionar sobre las formas en que pueden promover activamente la inclusión, la equidad y el antirracismo en nuestra comunidad y más allá".
No obstante, las familias que denuncian discriminación, creen que a pesar del comunicado, aún la junta minimiza los hechos racistas y violaciones en su contra.