El Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de EE. UU. Michael Kozac, criticó fuertemente al régimen cubano por reprimir la libertad de expresión en la Isla y exigió la liberación del artista Luis Manuel Otero, encarcelado por las autoridades desde el 1 de marzo.
“El régimen comunista de Cuba sigue temiendo la libertad de expresión”, dijo el funcionario este martes, en su cuenta de Twitter, y agregó que “el artista y activista Luis Manuel Otero lucha contra la censura día tras día, exponiendo la debilidad y la mezquindad del régimen”.
“¡Si no hay crimen, no hay castigo!”, acotó.
Kozac se sumó así a la larga lista de activistas, artistas e intelectuales cubanos y extranjeros que se han solidarizado con Otero, arrestado por la policía política el domingo 1 de marzo luego de intentar participar en un evento convocado por la comunidad LGBTI.
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Incluso artistas cercanos al régimen, como el cantautor Silvio Rodríguez, se han pronunciado a favor de la liberación de Otero, que desde hace años viene siendo acosado por las autoridades debido a los perfomances que ha realizado, con alto contenido de protesta política contra la dictadura.
Sobre la detención del artista, el trovador cubano dijo recientemente: “¿Por qué no aprendemos? ¿Por qué seguimos con esas mediocridades que son de otras épocas y países? Estamos dando una impresión muy triste de atraso, de medioevo. Cuba no es para que fuera así, un país donde a mediados de siglo XX se hicieron escuelas de arte maravillosas. ¿Cómo en el siglo XXI vamos a meterle a los artistas jóvenes retrancas ideológicas? Yo creo que hay que parar eso clara y enérgicamente”.
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Antes del reciente encarcelamiento, Otero había sido detenido una veintena de veces y liberado a los pocos días, en una forma de represión estatal fugaz, con la intención, según describió el artista, de quebrarle el espíritu, cosa que no lograron, aseguró en su momento en videos difundido por él y activistas del Movimiento San Isidro.
Sin embargo, esta vez el régimen pareciera que quiere encarcelarlo formalmente, bajo cargos de ultraje a los símbolos patrios y daños a la propiedad, en un juicio sumario que, según los críticos, no guardará las más mínimas salvaguardas del debido proceso.