El senador estadounidense de ascendencia cubana Marco Rubio dirigió recientemente un contundente tuit al régimen de la isla, al que acusó una vez más de desatender las necesidades básicas de su pueblo, así como de violentar sus libertades.
“Las prioridades de la dictadura en Cuba son claras: la industria del turismo es más importante que las necesidades básicas del pueblo, que recientemente está sufriendo por la falta de agua y electricidad”, escribió Rubio, uno de los políticos más influyentes del sur de Estados Unidos, que aspiró a ganar la candidatura republicana para los comicios de 2016.
Para justificar su aseveración, adjuntó al mensaje un artículo de 14 y medio y la agencia de noticias EFE, en el cual se informa de que el gobierno de la isla “seguirá construyendo hoteles a pesar del descenso del turismo como estrategia a largo plazo”.
Así lo afirmó el martes ministro de Turismo, Juan Carlos García, en su intervención en el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana; una afirmación que para muchos deja entrever que el régimen valora más a los extranjeros que a los cubanos, por el dinero que dejan en la isla, razón además por la que se prefiere seguir construyendo hoteles y no reparar y enriquecer la infraestructura nacional destinada a la población autóctona.
Según García, citado en el referido artículo, pese a que las cifras de 2019 dan cuenta de un descenso de un 9,3 por ciento en el número de visitantes extranjeros a Cuba, “el Gobierno seguirá apostando por aumentar las capacidades hoteleras y los servicios relacionados con éstas”.
Más aún cuando, dijo, la competencia en la región es muy fuerte, lo que motivará que las inversiones sigan.
El régimen espera recibir este año 4,5 millones de turistas extranjeros y revertir el descenso de 2019. A ello espera contribuya “el crecimiento del mercado en Rusia y la recuperación de cuotas tradicionales de países europeos”.
De cualquier forma, el hecho de que en un contexto de escasez de productos y servicios básicos para la población se emprenda la construcción de tantos hoteles, como estrategia a largo plazo, parece dar la razón a lo afirmado por Marco Rubio, partidario de que Estados Unidos apueste por la línea dura en sus relaciones con Cuba, para lograr el cambio de régimen.