La confianza que tuvieron los cubanos en la salud pública de la isla ha ido desvaneciéndose con el paso de los años.
La negligencia médica, escasez de medicamentos, falta de atención son algunas de las problemáticas que afectan a este sector, que ha usado el régimen históricamente para ganar fama a nivel mundial.
En un recorrido de ADN, entrevistados de Santiago de Cuba y Palma Soriano dieron su opinión acerca del sistema de Salud Pública. Denuncian la falta de medicamentos y de médicos en Cuba.
"Yo tengo un hijo con problemas de visión y necesita lentes específicos. Son caros y los padres no tenemos acceso. Vale 120 dólares el par y en La Habana. Si pudieran bajar un poco los precios, no es nada regalado pero bajarlo", lamentó la mujer.
Otro hombre señaló ante las cámaras de la revista que muchos médicos están fuera de la isla y no quedan especialistas. "Las consultas con especialistas demoran un mes o más", agregó.
Un señor entrevistado, que padece cardiopatía e hipertensión, explicó que nunca lo ha visitado ningún doctor desde el inicio de la pandemia.
Una señora aseguró que los turnos para ultrasonidos se dan para dentro de tres o cuatro meses. "De aquí allá uno se puede morir".
En la mayoría de ocasiones, las personas consultadas dijeron que cuando van a los centros de salud, los médicos están de misión fuera de la isla.
La "solidaridad médica" es una de las principales fuentes de ingreso del régimen cubano. En 2018, único año del cual se tienen cifras de esta actividad, generó ingresos de seis mil 400 millones de dólares, muy por encima del turismo.
Dicha renta de profesionales a gobiernos extranjeros aporta a Cuba más de $10 mil millones. Cerca de 50 mil médicos cubanos colaboran en más de 60 países. El régimen se queda entre el 70 y 90% del salario. Solamente en Brasil Cuba lucró $360 millones cada año entre 2013 y 2018.
Además de tener que entregar como mínimo las tres cuartas partes de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de libertades fundamentales.
Los médicos que rompen con la misión son castigados por 8 años sin permitirles regresar a Cuba.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".