Kempinski sigue apostando por la inversión en Cuba y adquiere una segunda propiedad en La Habana

El grupo Kempinski Hotels continúa apostando por la inversión en Cuba y adquiró una tercera propiedad en el país— segunda en la capital de la Isla—, para inaugurar lo que será el El Gran Hotel Bristol
Represetación del área de la piscina del El Gran Hotel Bristol by Kempisky en La Habana. /Imagen: Business Traveller
 

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El grupo Kempinski Hotels continúa apostando por la inversión en Cuba y adquiró una tercera propiedad en el país— segunda en la capital de la Isla—, para inaugurar lo que será el El Gran Hotel Bristol. La instalación abrirá al público a finales del año, en un edificio de 100 años de antigüedad cercano al Capitolio habanero, asegura la revista Business Traveller, una publicación especializada para viajeros frecuentes por razones de negocios.

El Gran Hotel Bristol tendrá “162 habitaciones y suites, cinco restaurantes y bares, dos salas para reuniones, un gimnasio y una piscina infinita en la azotea del noveno piso”, señala la publicación.

El grupo Kempinski Hotels admionistra también el Gran Hotel Manzana Kempinski, en la capital cubana, y dentro de poco el Cayo Guillermo Resort Kempinski, ubicado en los Jardines del Rey, cerca de Playa Pilar, Ciego de Ávila.

El Cayo Guillermo Resort Kempinski también abrirá sus puertas a finales de 2019 y será el primer resort con categoría de lujo en Cuba.

Martin R. Smura, CEO de Kempinski Hotels, dijo a Business Traveller que la compaía busca “hacer crecer nuestra huella en la isla caribeña de Cuba con nuestros socios muy confiables a largo plazo del Grupo de Turismo Gaviota SA”.

 

 

La empresa cubana a que se refiere el ejecutivo, está incluida en la llamada “lista negra” de la Administración de Trump, que prohíbe a los ciudadanos norteamericanos alojarse en esas instalaciones.

También comentó que el hecho de convertir “otro hito de La Habana con una historia impresionante en un hotel contemporáneo lleno de lujo y elegancia”, fortalecería la importancia del grupo en la región.

Smura agregó que el nuevo hotel sería “un lugar atractivo para el viajero moderno en el corazón de la vibrante ciudad de La Habana”.

El edificio que adquiere la compañía se encuentra en las calles Amistad y San Rafael, y funcionó como un hotel hasta que la crisis económica de los años 90 en Cuba obligó a las autoridades a cerrarlo.

Según se presenta el importante grupo hotelero en la red, Kempinski “se enorgullece de una creciente colección de propiedades distinguidas en todo el mundo”, y se compromete a “proporcionar a nuestros huéspedes viajes memorables inspirados en el exquisito estilo europeo”.

Asimismo asegura que sus instalaciones han sido “testigos de reuniones históricas entre líderes mundiales”, y que han acogido acelebridades que se refugiaron en el mundo de la privacidad que creamos para ellos”.

 

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