Yoannis Pérez Enamorado, innovador guantanamero y trabajador por cuenta propia, creó un ingenioso lavamanos mecánico que servirá en la lucha de Cuba contra la extensión del nuevo coronavirus.
Su aporte nombrado como LMM-2020+ Higiene, permite, según refiere el medio oficial Venceremos de Guantánamo, “la higienización de las manos con solo accionar un pedal que presiona los recipientes que contienen el agua jabonosa y clorada, para que los usuarios se laven rápidamente”.
Este joven, natural del pueblo de Imías en Guantánamo donó su inventiva a la sala de atención a pacientes con Infecciones Respiratorias Agudas del policlínico local y al Banco de Créditos y Servicios de ese municipio costero.
La idea de Pérez Enamorado nació de la preocupación y el interés por el bien común, un rasgo tan distintivo en los cubanos de a pie. Desde la detección de los primeros casos en la Isla se decretó que tanto empresas estatales como negocios privados pusieran a disposición de los visitantes recipientes con hipoclorito para el lavado de las manos. Sin embargo, los pomos que contienen el líquido son manipulados diariamente por muchas personas y eso aumenta el riesgo del contagio.
El invento de Pérez Enamorado evitará la propagación el virus y resulta una elaboración muy sencilla. Su creador expresó el bajo costo de su invento y el bajo costo que genera emprenderlo. Entre los materiales reciclados para la confección de la herramienta están recortes de madera utilizados en la carpintería, vasijas plásticas y tramos de suero, lo cual hace que la innovación sea fácilmente replicable a lo largo del país.
El joven guantanamero es una muestra de la voluntad del cubano, quien no cesa de ingeniar artilugios para sobreponerse a la realidad de la Isla. Hace dos meses ADN Cuba publicaba un artículo de opinión sobre el poder de inventiva del pueblo caribeño. Si existiese un Nobel para tales proezas muchos de adentro estarían compitiendo por él porque la escasez lejos de desanimar nos vuelve ingeniosos.
Otro ejemplo de la suspicacia cubana fue a inicios de marzo el empleo de un curioso método para combatir el hedor de los baños públicos en los Carnavales del municipio especial Isla de la Juventud.
Allí, los miembros de la Cooperativa de Créditos y Servicios Ovidio Pantoja diseminaron unas baterías del suelo que nombran Microorganismo Eficientes, que la ya mencionada cooperativa suele usar en las naves para la cría de cerdos para evitar los malos olores.
Los Microorganismos Eficientes pueden ser utilizados en la purificación de aguas residuales y como repelente `para los insectos.
