Iniciativa local en Holguín provoca colas y descontento en los mercados

La decisión de agrupar en solo cuatro unidades comerciales el abastecimiento de huevos de la canasta básica en Holguín ha provocado colas y descontento en la población que acude a los mercados
Iniciativa local en Holguín provoca colas y descontento en los mercados. /Foto: Emilio García. ADN CUBA
 

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Tal vez confiando en el presunto afán de “pensar como país” y ahorrar combustibles siguiendo las ordenanzas de Miguel Díaz-Canel, al gobierno de Holguín se le ha ocurrido que los consumidores de una gran cantidad de bodegas vayamos a recibir el suministro estatal de huevos a solo cuatro mercados en diferentes puntos de la ciudad.

Esta “inteligente” iniciativa ha provocado grandes aglomeraciones, molestias y aún más dificultades para los que obligadamente dependemos de los productos de la canasta básica que se venden de forma normada a través de la libreta de abastecimiento.

No obstante la habitual pasividad de los holguineros, muchos ya va atreviéndose, al menos, a opinar.

El que invento esto seguro que no va a venir aquí ni un minuto para hacer cola, ni  él ni la madre que lo parió, al que no le duele no le duele” dice Mireya Ruiz, quien lleva más de tres horas esperando que le toque el turno para entrar.

En un mercado ubicado en la calle Miró, entre Áreas y Aguilera, en el centro de la ciudad, las colas tienen que hacerse en la acera del frente: allí los consumidores se arrebujan tratando de robarle a las fachadas algún pedacito de sombra que los proteja.

“¿A quién se le pudo ocurrir hacer esto?, aquí no hay condiciones para hacer estas colas, ni un poquito de sombra y los dependientes son muy lentos también, esto es un abuso”, comenta una anciana que con dificultad intenta acomodarse contra la pared.

Luisa Estévez, maestra jubilada comentó a ADN CUBA: “Esta decisión la tomaron personas que reciben todo en su casa, sin libretas, y mucho menos en cantidades normadas, alguien que tiene en la mente cumplir con la orden de ahorrar combustible y no les importa para nada lo que el pueblo tenga que sufrir”.

 

 

Un trabajador del mercado que se identificó como José, contó que cuando les avisaron de la nueva medida “dijimos que no era buena idea, el administrador también lo planteó pero no le hicieron caso, esto afecta mucho  a la población y acaba con el orden en el mercado, ahora tenemos problemas para vender los otros productos, hay que poner a casi todo el mundo a vender los huevos por la libreta y son más de 200 unidades las que están comprando aquí”.

A pesar de esta situación, en el departamento de cárnicos, con un espacio para clientes de apenas un metro y medio de ancho, donde se venden los huevos normados, continúan las ventas de pollo troceado con un precio de 42 CUP el kilogramo, y pescado entero a un precio de 15, 45 CUP el kilogramo.

Para estos productos no se la cola, pero como se usa la misma entrada, no faltan los habilidosos que se cuelan bajo el pretexto de comprar “otras cosas” para luego salir con sus huevos y el mayor descaro posible.

En ninguno de los medios oficiales de la prensa holguinera se ha enfocado el tema como una mala estrategia, justificándose todo con el momento coyuntural” que, “debido al recrudecimiento del bloqueo” vive nuestro país.

Yo no entiendo por qué se toma esta decisión cuando en la televisión se ha dicho que el combustible para la distribución de la canasta básica está garantizado, pero además, el Estado, es verdad que tiene dificultades para conseguir combustible, pero puede contratar carretones y coches de caballos para hacer las distribuciones, es una idea que doy, como se hizo aquí en el Periodo Especial. Los carros llegaban hasta un punto y luego en carretones se repartían las cosas, ahora se puede hacer lo mismo, hasta con bicitaxis”, propuso Juan Antonio Leyva, un consumidor.

Por otra parte, Celso Acosta, de 57 años, comentó:

Desde el triunfo de la revolución se nos está pidiendo que resistamos, pero nunca se nos ha preguntado si queremos seguir resistiendo, esto del combustible se veía venir desde que empezó a ponerse la cosa mala en Venezuela , esta crisis de ahora no es de ahora; hace unos años Raúl Castro dijo en un discurso que si volviera un Periodo Especial nosotros resistiríamos, él se incluye entre ‘nosotros’, pero yo quisiera preguntarle si en aquel momento él sufrió o alguien de su familia los apagones, si cocinó un solo día con leña, si se bañó con aquel jabón inventado que quemaba el pellejo, o si sabe lo que es comer arroz pela’o”.

 

 

Los funcionarios y dirigentes cubanos, ante una crisis como esta, no deberían tomar decisiones que pongan en riesgo la tranquilidad ciudadana. Las decisiones de este tipo solo los muestran indolentes e ineptos ante las necesidades de la población.

El gobierno, siempre que tiene un problema, lo soluciona tirándole la carga pa’ arriba al uno, y nos piden comprensión y solidaridad, pero es que esto no es pasajero como dicen, hace ya muchos años que ellos se acomodan poniéndonos las cosas más difíciles”, considera Mariana Rodríguez, una vecina que espera sentada en el quicio de una puerta.

Una preocupación constante de los holguineros es la posibilidad de que el abastecimiento no sea suficiente, y muchos se queden sin alcanzar el producto, como ocurrió en el mercado de la calle Garallalde, donde cientos de consumidores tendrán que esperar por una nueva entrega de huevos.

El suministro es de cinco unidades por consumidor, con un precio de 90 centavos CUP por unidad.

Otra preocupación muy señalada es que si a partir de ahora esto se volverá habitual también para recibir otros productos de la canasta básica.

Es muy probable, porque con eso los jefes resuelven un problema, yo no dudo que ahora para todo tengamos que venir a hacer estas colas, (…), ¿y qué vamos a hacer?, yo misma soy jubilada, tengo una pensión de 365 pesos y dependo casi en un 100% de la libreta de abastecimiento”, apuntó una ciudadana que se identificó como Haydée.

Es abusivo en realidad el modo en que las autoridades provinciales de Holguín han “resuelto” sus dificultades de transporte de mercancías ante la falta de combustible.

Una mirada a los rostros de estas personas es suficiente para reconocer el cansancio que agobia a la mayoría de los cubanos.

 

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