El actor cubano, Erdwin Fernández Collado, arremetió este lunes contra los detractores de la popular novela "El rostro de los días", donde este trabajó.
En su Facebook, Fernández Collado comentó que a raíz de un comentario de la televisión oficialista sobre el supuesto "saldo de mensajes dañinos enviados (con la novela) que hacen mella en nuestra juventud", deberían entonces dejar de poner muchos productos audiovisuales.
Por ejemplo mencionó las series, películas sobre los narcotraficantes, los policiacos, las películas de acción, las de" terror".
Con ironía, comentó que esas entregas "tienen un mensaje profundo y educativo", y dijo que deberían emitir "sobre todo las de Samuráis, no vaya a ser que a nuestra juventud le dé por cortar cabezas. Como según algunos, repiten lo que ven y oyen!!!!".
El comentario que no agradó al equipo de la novela y a sus fanáticos fue el de la oficialista Lied Lorain, aparecido la noche del sábado en el Noticiero.
Ella reprochó a El rostro… –donde había tramas relacionadas con la paternidad, el aborto y una violación–, “tomar los asuntos de manera superficial, o al menos no con la suficiente investigación, [lo que] lleva al triste camino del mal tratamiento de los mismos”.
Además de muchos problemas técnicos, dijo que mostraron “argumentos que no lograron ser muy creíbles”, y que “sin un buen guion, uno sólido, es casi imposible conseguir un buen producto final”.
La propia autora del comentario en televisión, agradeció a “todas las personas que han tenido el detalle de hacerme saber su apoyo, de acompañar mi criterio, y también (y sobre todo) de salir en mi defensa públicamente”.
“No creo que los criterios sean emitidos para recibir un coro absoluto de concordancia, y no emití el mío esperando una aprobación absoluta, eso sería tonto. Estoy muy contenta con que mi comentario haya generado debate, haya despertado pensamientos, creo que de eso se trata, y creo que a pesar de todas las críticas recibidas la propia telenovela puede vanagloriarse de eso”.
Lorain también lamentó “mucho las muestras de odio, no por mí, por todos, por quienes las escriben, las sienten y las leen, pero no voy a contestar una sola”.